En diciembre de 2014, un vídeo perturbador fue subido a YouTube: cuatro hombres naufragados en alta mar eran asesinados a sangre fría por verdugos anónimos. A pesar de acaparar la atención de la prensa internacional, el caso no fue resuelto.

Eso hasta que National Geographic decidió hacer una serie documental sobre los asesinatos, para lo que pidió ayuda al investigador privado Karsten von Hoesslin. "La primera vez que revisé este caso fue de manera muy breve, en diciembre de 2014, que fue cuando el vídeo se hizo viral. Y la situación de ahí siguió atormentando mi cabeza. Entonces, cuando Nat Geo me ofreció hacerme cargo, ya tenía mucha curiosidad por llegar al fondo de esto", cuenta el investigador.

Ese es el punto de partida de Océanos de sangre, serie que National Geographic (41 VTR, 730 DirecTV) preestrenó el domingo, y que repetirá hoy su primer episodio a las 21.05 horas, para seguir emitiéndose todos los miércoles.

Von Hoesslin no sólo se centra en el violento episodio, sino que además aprovecha de revelar las nulas regulaciones que rigen en aguas internacionales, permitiendo la proliferación del oscuro mundo de la piratería moderna, que implica desde tráfico de drogas hasta la trata de personas y asesinatos. "Es una situación muy compleja, porque las organizaciones criminales ligadas a este caso operan en aguas de distintos países, sus miembros son de distintas nacionalidades, tienen operativos en muchas partes", dice el investigador, para luego agregar: "Incluso la Interpol para involucrarse, necesita que una de las agencias de los países de los sospechosos abra oficialmente un caso. Y eso aún no pasa, porque algunos países buscan cuidar su reputación, y otros simplemente no tienen la capacidad logística para entrar en la investigación".

Frente al documental, Von Hoesslin advierte: "Hay momentos que realmente son escalofriantes. En el segundo episodio interrogo a un traficante de personas y es uno de los personajes más oscuros que he conocido. Lamentablemente no soy policía, no puedo arrestar a nadie. Pero fue muy difícil dejarlo ir".