Son días difíciles los que se viven en Talcahuano. Naval salvó la categoría dentro de la cancha, pero la perdió por secretaría. Un lío económico derivó en una dura sanción de la ANFP que incluye, además, la pérdida de la categoría y el inmediato descenso a la Segunda División Profesional.

El timonel del club, Fernando Rojas, viajó de inmediato a Santiago para buscar asesoría legal y así, dentro de los cinco días hábiles que tienen por reglamento, poder presenter su apelación ante el Tribunal de Disciplina. La instancia apelativa se llevará a efecto, a más tardar, el próximo lunes, y en el equipo del sur esperan que los plazos y las determinaciones se den a conocer de la manera más rápida posible.

"Ojalá que todo se resuelva rápido. Estamos gestionando la apelación con un grupo de abogados para ver qué se puede hacer. Después, la ANFP deberá fallar rápido para que no se siga complicando el tema de la programación de la Copa Chile", dice Rojas.

El timonel, además, asegura que "frustra mucho que todo esto se produzca al final de campeonato. Todo se transforma en una cuestión muy indecente y la sensación que queda es que todo esto pasa para salvar a otros equipos. Duele demasiado no saber con quién estás tratando. Lo único que esperamos es que se pueda revertir la sanción deportiva que, desde toda óptica, es excesiva; si no lo logramos, es posible, incluso, que recurramos a instancias superiores para que estudien y se pronuncien sobre la situación.¿La FIFA? Es una opción", cierra el dirigente.

Cierran con empate

Ayer, en su último partido de la Primera B, el equipo de la Octava Región igualó 2-2 con San Felipe. "Queda la tranquilidad de que cumplimos el objetivo en la cancha. De la sanción no vale la pena hablar ni pronunciarse, porque hay que respetar los plazos para que las autoridades del club apelen, a ver si nos podemos salvar", aseguró el delantero Mario Salgado. Mientras, el meta Luis Ignacio Aseff, afirmó que "no es aceptable que los descensos se decidan por secretaría. Ojalá la Asociación recapacite".

Gilberto Araya, vicepresidente de la entidad, dijo que "todo está en manos del Tribunal. Ojalá que la apelación sea exitosa, porque la determinación es absolutamente excesiva. Cometimos un error, pero el castigo es demasiado grande".