Como "excesiva" calificó el senador y presidente del MAS Alejandro Navarro la decisión del gobierno de llamar a consulta al embajador de Chile en Uruguay, Eduardo Contreras.
Estas últimas declaraciones generaron molestia en la falange, que realizó una serie de gestiones para llamar a consulta al diplomático y militante del PC.
A juicio del senador del MAS "la reacción de la DC tensiona innecesariamente a la Nueva Mayoría y expone a una injusta crítica al Partido Comunista".
"<strong>Se sienta un mal precedente político. Si cada vez que el embajador hable de la historia de Chile va ser convocado a informar sobre una norma, sólo revela que las RR.EE son susceptibles de presiones partidarias,</strong> puesto que anoche fue el presidente de la DC Ignacio Walker quien a encabezó la campaña para que nuestro embajador Eduardo Contreras fuera llamado a Chile a dar explicaciones", manifestó Navarro.
Para Navarro, el embajador Contreras "no se merece este maltrato, el problema no es su opinión, sino la verdad histórica que algunos les duele".
"Si hubiera mentido o falseado la historia sería reprochable, pero decir la verdad no puede ser objeto de persecución", enfatizó.
Junto con esto, Navarro aseveró que el embajador y militante del PC "habló como un defensor de los Derechos Humanos y gran abogado que vivió en carne propia el golpe de estado en un país como Uruguay, que al igual que Chile sufrió un brutal golpe y aniquilación de toda una generación de jóvenes revolucionarios".
Con todo, pese a su respaldo hacia el embajador, Navarro dijo no compartir las aseveraciones en turno a que los atentados en Santiago habrían sido provocados por la "derecha empresarial".
"Los empresarios fueron golpistas en el 73 pero no creo estén detrás de atentado en Santiago, al menos no los empresarios", indicó.
Sin embargo, aseveró que "lo que sí es innegable, es el duro esfuerzo de bloqueo que han hecho ante la Reforma Tributaria y ahora ante la Reforma Educacional, así como los abusos de la Banca financiera y de sectores monopólicos productivos, ante los cuales Chile esperaría una reacción de condena, que se echa de menos que provenga desde los propios empresarios".