Los Warriors de Golden State se encuentran ante la segunda oportunidad de cerrar las Finales de la NBA, que dominan 3-1. Esta noche se enfrenten a los Cavaliers de Cleveland en el quinto partido y con la plantilla completa a disposición del entrenador Steve Kerr.
Los Warriors tratarán de asegurar su segundo campeonato en tres años, en esta ocasión con Draymond Green en la cancha al inicio del quinto duelo.
Tienen una ventaja de 3-1 en la serie como les sucedió el año pasado cuando luego protagonizaron un colapso histórico.
El alero estrella LeBron James y los Cavaliers, después de haber estado hace apenas unos días en un hoyo con marca de 0-3, tienen ahora cierto impulso después de ganar el cuarto partido (137-116), y tratarán de evitar la eliminación una vez más.
"Ganamos tres partidos seguidos en la serie final y 15 en general en la fase final, uno sólo piensa que (la victoria) va a ocurrir", declaró Green. "Y entonces de repente es como si recibieras un tortazo en la cara".
Los Warriors difícilmente olvidarían ese monumental colapso del año pasado, cuando la ausencia de Green en el quinto partido debido a una acumulación de puntos por una falta flagrante ayudó a cambiar el rumbo de la serie.
El ala-pivot le propinó una patada en la ingle a James en el cuarto duelo de la serie, después de que el superastro de los Cavaliers lo pisó en clara provocación.
Si los Warriors pueden concretar el triunfo sobre los Cavaliers, se convertirían en el primer equipo de la Bahía de San Francisco que captura un campeonato en casa desde que los Atléticos vencieron a los Dodgers de Los Ángeles en el quinto partido de la Serie Mundial de 1974 en el béisbol profesional de las Grandes Ligas.
James, el base Kyrie Irving y el ala-pívot Kevin Love saben que no están fuera de esto todavía: después de todo, ellos se recuperaron de la misma desventaja hace un año camino al primer título de un equipo profesional de la ciudad en 52 años.
Claro que será una tarea titánica en Oakland con un motivado alero como Kevin Durant, la nueva estrella de los Warriors, que trata de conseguir el primer título como profesional.
"Sabemos que los campeones no mueren; no son de rendirse y lucharan al máximo para seguir adelante", admitió Durant. "Pero lo único que tenemos que hacer es jugar nuestro mejor básquetbol".
Los Cavs mostraron de lo que son capaces de hacer cuando todo funciona en ambos extremos de la cancha, con una anotación récord de 86 puntos en la primera mitad del cuarto partido.
También lograron 49 puntos en el primer cuarto y concluyeron el partido con 24 triples, todas ellas nuevas marcas en la historia de la NBA.
Pero los Warriors están confiados que lo sucedido en el cuarto partido no va a suceder y que en el quinto se volverá a ver a la mejor de equipo de Golden State.
"Ya hemos analizado con todo tipo de detenimiento el vídeo del cuarto partido y está claro que hubo algunas cosas que se escaparon a nuestro control", comentó Kerr.
Dentro de los Warriors hay confianza en todo lo positivo que pueden hacer en el campo, pero lo que si conocen ya a la perfección es la reacción ganadora que tuvieron los Cavaliers y esa será la que tendrán que evitar que se vuelva a repetir.
Por su parte, los Cavaliers también reconocieron que lo de Cleveland no tendrá nada que ver con el quinto partido, porque todo será diferente.
"Tenemos que ser veinte veces mejores en su campo si queremos conseguir la victoria", admitió James. "Por lo tanto nuestra concentración debe estar al máximo, mantener la calma, no precipitarnos en los tiros y sobre todo hacer una gran defensa".