Es el "Día D" de la llamada "trama rusa", la supuesta confabulación entre el equipo de campaña de Donald Trump y Moscú para perjudicar a Hillary Clinton en el marco de las elecciones de 2016. En una audiencia clave y que podría cambiar el rumbo de la Presidencia de Trump, el ex director del FBI, James Comey, testificará mañana jueves ante el Congreso, donde deberá responder preguntas de los senadores, aunque su testimonio se conoció este miércoles de manera íntegra. Por momentos explosivo, Comey da cuenta de que Trump lo presionó para que dijera que él no estaba bajo investigación del FBI precisamente por la trama rusa. Aunque el documento de siete páginas se conoció temprano, todas las miradas estarán puestas hoy en Comey. Es tal la expectativa que desde hace varios días CNN lleva una cuenta regresiva sobre el testimonio.

Hasta que fue despedido de manera sorpresiva por Trump el 9 de mayo pasado era Comey, en su calidad de jefe del FBI, quien lideraba la investigación sobre la presunta intervención de Rusia en el proceso electoral estadounidense. En ese momento, la justificación del Presidente fue que Comey no manejó "de manera adecuada" la investigación sobre Hillary Clinton respecto al uso de su correo personal cuando fue secretaria de Estado.

En su declaración, divulgada por el Comité de Inteligencia del Senado a petición de Comey, el ex director del FBI asegura que sostuvo nueve conversaciones privadas con Trump, tres en persona y seis por teléfono, y que además conservó notas detalladas de sus encuentros. Las primeras comenzó a escribirlas inmediatamente después de dejar la Torre Trump el 6 de enero pasado, durante el periodo de transición.

De acuerdo a su testimonio, Trump presionó a Comey en reiteradas ocasiones para que anunciara públicamente que él no estaba bajo investigación en la "trama rusa". Comey le habría dicho antes de la ceremonia de inauguración y nuevamente en una cena que sostuvieron el 27 de enero que no estaba siendo indagado. También le habría dicho al Presidente, tiempo después, que había compartido esa información con líderes del Congreso.

Comey cuenta que en la cena con Trump, el Presidente le preguntó "si quería seguir como director del FBI, lo que encontré extraño porque ya me había dicho en dos ocasiones que esperaba que me quedara". En esa oportunidad, le pidió que dejara el tema "de Flynn de lado", según un memo que escribió Comey después de la cena. Michael Flynn, en ese momento asesor de seguridad nacional, estaba siendo investigado tras revelarse que había tenido reuniones con el embajador ruso Sergey Keyslak, razón por la cual fue luego forzado a renunciar.

Comey también narra que Trump le dijo que Flynn es un "buen hombre. Espero que puedas dejar esto ir". "Sólo respondí que 'él es un buen hombre'. De hecho, tuve una experiencia positiva (...) con Flynn cuando era colega como Director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (...). No dije que dejaría esto pasar", sostiene.

Además, en una llamada telefónica del 30 de marzo al FBI, Trump también preguntó a Comey qué podría hacerse para "despejar la nube" sobre él en la investigación rusa. Trump señaló que la indagación estaba perjudicando a su gobierno e "interfiriendo con su capacidad de hacer tratos para el país y que esperaba encontrar una forma de que se revelara que (él) no estaba siendo investigado". Además, dijo que no tenía nada que ver con Rusia.

Comey también señala que en la cena que tuvieron en la Casa Blanca, Trump le dijo que "necesitaba lealtad y que esperaba lealtad". Sobre ese preciso momento, Comey escribió: "No me moví, hablé o cambié mi expresión facial de ninguna manera durante el silencio incómodo que siguió. Nos miramos en silencio. La conversación siguió adelante, pero volvió al tema cerca del final de nuestra cena". En ese momento, le respondió que "siempre obtendrá honestidad de mí".

El 11 de abril, Comey redactó que el Presidente lo llamó y le preguntó si había llevado a cabo alguna acción para decir que él no estaba involucrado en la investigación. Según Comey, el mandatario le habría dicho nuevamente que "la nube" de Rusia estaba interfiriendo en su trabajo. "He sido muy leal hacia ti", le dijo Trump a Comey. "No respondí ni le pregunté a qué se refería", escribió el ex director del FBI: "Esa fue la última vez que hablé con el Presidente".

Según dijo a La Tercera el analista político John Zogby, Comey sabe que el Presidente está listo para contraatacar, por lo que fue sabio en adelantar el contenido de su testimonio. Además, señala que "el testimonio debería ser devastador para Trump. Si las declaraciones son verdaderas, demuestra que el Presidente estaba obstruyendo la justicia y usando influencia indebida".