Nelson Acosta, la historia del triunfador que se inició en un pueblito uruguayo
El técnico de Everton es el protagonista de una historia que partió en una aldea de cinco casas en Paso de los Toros.
Estación Francia es un pequeño pueblo uruguayo, justo en el límite entre Río Negro y Tacuarembó, y tiene apenas un almacén, una escuela y cinco casas.
En una de ellas vivían los Acosta. Allí pasó sus primeros 14 años Nelson y su familia. Su papá era jefe de la estación de ferrocarriles y vivía con sus seis hijos y su señora.
Nelson Acosta nació el 1 de julio de 1953, en Paso de los Toros, porque en Estación Francia no había hospital. Cuando su mamá recibió el alta, la familia volvió al pueblo. Allí creció hasta que, a los 14 años, todos se trasladaron a Paso de los Toros, donde Nelson empezó a trabajar, en la estación de ferrocarriles y a jugar al fútbol en el club Colón.
Aquella primera época fue tranquila y feliz. "Nelson era medio mal enseñado, como era el hijo más chico, también era medio mimoso. Yo ordeñaba y también iba a buscar las vacas, pero él hacía trabajos más livianitos", contó su hermano Washington, quien develó además el primer apodo que tuvo Nelson: "Petiso".
Al "Petiso", además del fútbol, le gustaba pescar. "Cuando podíamos íbamos para el arroyo Salsipuedes", recordó otro hermano, Edison, quien le lleva 19 años. Era vida en campaña y Nelson la disfrutaba, pero su gran debilidad era la pelota que Washington cosía cuando se rompía. Con ella, se enfrentaban a los gauchos. "Los domingos nos reuníamos con el gauchaje a jugar al fútbol y salían unos partidos duros", contó Washington.
Cuando su padre se jubiló, la familia se fue a Paso de los Toros. Allí vivieron en una casa que hoy el club Defensor, presidido por el ex seleccionado uruguayo Fabián O'Neill, que ocupa para alojar a sus jugadores.
La pequeña ciudad, que pertenece al departamento de Tacuarembó, tiene 14 mil habitantes. Además de Acosta, allí nacieron el técnico Víctor Púa y el escritor Mario Benedetti.
En la década del '60, la señal para que se juntaran los niños a jugar en la calle era sencilla. "Cuando sentíamos que estaban picando una pelota, todos los niños de la cuadra salíamos corriendo. Nelson era uno de los primeros; si podía, le pegaba todo el día a la pelota", dijo Edison.
Nelson trabajaba en la estación de ferrocarriles y empezó a jugar en Colón, el equipo de toda la familia. Una tarde, se enfrentó a su hermano Washington, arquero de Huracán. Colón ganó 5-0 y él hizo un gol desde la mitad de la cancha. Washington recordó que "le pegó por arriba, yo estaba adelantado y me la metió".
A los 16 años surgió la posibilidad de que Nelson jugara en Montevideo. Consiguió el traslado en el trabajo para seguir cumpliendo sus funciones en la capital y viajó. Su primer equipo fue Huracán Buceo. Fueron momentos difíciles. "La que más sufrió fue mi madre", dijo María Iris. El recuerdo también lo tuvo Washington: "Fue muy duro para nuestra madre, porque de un día para el otro dejó de verlo".
Tras dos años en Huracán, pasó a Peñarol. En el aurinegro ganó tres títulos consecutivos (1973, 1974 y 1975). Sin embargo, cuando era chico, el "Pelado" era "Bolso". "Eramos todos de Nacional, salvo una hermana y mi padre. Nelson y el resto de la familia eramos hinchas de Nacional", confiesa Washington.
Luego, la historia es más conocida. Los títulos en Peñarol y la carrera de más de 30 años en Chile. Pero hay cosas que Acosta mantiene. Por ejemplo, la siesta. "De Paso de los Toros le quedó la siesta. Siempre que puede, duerme una siestita y eso le quedó de acá, donde la siesta es sagrada, sobre todo cuando hace mucho calor", confiesa María Iris.
Su hermana contó además que Nelson no volverá a Paso de los Toros, porque "ya tiene su vida y la de su familia allá. Y tiene unos frutales que disfruta mucho".
Hermandad a toda costa
Una de las encargadas de darle mimos a Nelson Acosta cuando pequeño era su hermana María Iris. "Yo era la mayor de las hermanas y él, el menor de los hermanos, así es que yo lo cuidaba. Era su segunda madre", dijo y agregó: "Lo vestía, lo arreglaba. Mirá, lo vestí hasta el día del casamiento".
María Iris sigue viviendo en Paso de los Toros y, este verano, Nelson la invitó a Chile. "Como no me gusta viajar en avión sola, se tomó un vuelo a Montevideo para venirme a buscar. Pasé dos meses con él y con toda su familia. Conocí a los nueve hijos que tienen mis tres sobrinos y la pasé muy bien. Cuando me volví, Nelson me acompañó en el avión, me llevó del aeropuerto a la terminal de ómnibus y, cuando me subí al bus para volver a Paso de los Toros, volvió al aeropuerto para tomarse otro vuelo a Santiago. Ese es mi hermano", contó orgullosa María Iris.
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