Nelson Acosta comienza a vivir una vida distinta. En San Vicente de Tagua Tagua, donde tiene un fundo, el ex seleccionador chileno inicia una etapa distinta: la del descanso. El mal de Alzheimer que lo afecta, como informó La Tercera, motivó su despedida definitivo del fútbol. El ahora ex entrenador asume la nueva condición con naturalidad. "Quiero una vida buena, tranquila. Ya estaba medio aburrido. Por eso vine al campo, a ser feliz. Estoy bien. No hago las cosas para dar pena", dijo, en entrevista a TVN.
El entrenador que llevó a Chile al Mundial de 1998 y que ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney, se nota tranquilo. Tampoco exige homenajes. "Hay gente a la que le hacen eso. Pero yo no ando golpeando puertas. Si no quieren, no quieren nomás. Por algo no estoy pidiendo a alguien que me ayude", sentenció. Esta tarde, eso sí, la ANFP manifestó que está atenta a la evolución de Acosta y que se puso a disposición de su familia".
Acosta dice que está tranquilo con su carrera. "Si no hubiese andado bien en el fútbol estaría triste. Quizás me hubiese ido antes", apunta. Eso sí, a diferencia de antes, cuando exigía reconocimiento para su trayectoria, ahora actúa con mesura. No entro en la pelea por ser el mejor. Si tú tienes un buen equipo...", sentencia.
Dijo que en su vida cumplió sus sueños: "Me encantaba ser futbolista y fui futbolista. Y ser técnico. Y también lo fui". Y destaca una capacidad especial: "Miro a un futbolista y sé de inmediato si es bueno o malo", manifestó, mientras exhibía con orgullo la gran cantidad de recuerdos de una carrera exitosa que, lentamente, se apagó.