Aunque no oculta su alegría tras los buenos resultados obtenidos por Codelco en el primer semestre, el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, refleja mesura. Sabe que la empresa ha dejado atrás difíciles semestres de pérdidas, aunque es enfático en decir que no hay que bajar la guardia en un negocio que califica como "complejo".
Su receta para el buen momento, asegura, está en el trabajo de todos los que la integran y en "el fiato que logré con Landerretche, esa es la piedra angular", recalca. Mirando a futuro, es partidario de un proceso de transición ordenado hacia el nuevo gobierno corporativo. Si será él quien lidere ese proceso después del 11 de marzo, responde "quítame 10 años y te diría que sí, pero eso no se puede". Así, hoy su única preocupación es que la empresa cuente con los recursos necesarios, vía capitalización, para evitar el incremento de la deuda.
En los resultados, que se vieron influenciados por el alza del precio, se ve un alza de costos de 3%. ¿Por qué?
Subió el costo de la energía nuestra en US$ 10 el MWh, el costo del petróleo subió en US$ 10,8 el barril, y van a subir los otros servicios.
¿Seguirá el foco en la contención de costos?
De todas maneras, hay que seguir conteniendo costos siempre. El concepto que hay que rescatar es que estos excedentes no deben ser gastados, deben ser invertidos, ese es el concepto clave, hay que diferenciar entre el gasto y la inversión. Nosotros tenemos que generar los mayores excedentes posibles para poder financiar preservando el nivel de deuda, de manera que este nivel de deuda no vuelva a escalar, y eso ha sido quizás uno de los logros más notables de este gobierno corporativo que ha conducido Óscar Landerretche.
Pero gran parte de los excedentes se los lleva el Fisco…
Eso está complicado. De los US$ 1.000 millones hay US$ 467 que son impuestos a la ley reservada, eso se va directamente a las Fuerzas Armadas. De impuestos propiamente tal pagamos US$ 300 millones. De impuesto específico a la minería US$ 33 millones. La ganancia, que en la industria privada queda para el dueño, son US$ 170 millones, que son dividendos. Si nosotros fuésemos una empresa privada, en vez de los US$ 170 millones que quedan libres como dividendo, quedarían US$ 718 millones.
¿Apelarán a que ese dividendo a fin de año se mantenga en la empresa?
Tenemos el derecho a tomar buena parte de esos dividendos. Se nos autorizó en cinco años a retirar hasta US$ 1.000 millones. Si fuera así, buena parte de esos dividendos finalmente serían para invertirlos. Lo que se ve más difícil son los US$ 1.000 millones que tiene que poner el fisco como capitalización, de los cuales hemos recibido buena parte, casi la mitad. Pero la otra mitad, esperamos que nos la entreguen.
Si no pasa, ¿cuál sería el efecto?
Bueno, no contaríamos con ello, y tendríamos que conseguirlos de las fuentes de financiamiento que estamos utilizando que son indemnizaciones por años de servicio y otras provisiones, más la caja que seguramente vamos a disponer a fin de año, porque además se hizo un magnífico trabajo en la reconfiguración de la deuda, con la emisión de los bonos que se hizo hace poco.
¿Tendrían que recurrir a deuda si no hay capitalización?
Si es que la caja todavía no nos alcanza, y no nos va a alcanzar.
¿Se acabó la crisis en Codelco?
Respecto de años atrás, estamos francamente en una mejor situación, y la consecuencia es preservar el nivel de endeudamiento. Nosotros pensamos que la proyección del endeudamiento va a ser del orden de US$ 14 mil millones o menos, levemente menos. Ese es el verdadero logro.
¿Y para eso es clave el Estado?
Para eso es clave que el Estado nos capitalice, que siga creyendo en nosotros, y que el mundo de las finanzas siga creyendo en nuestra capacidad de gerenciación de esta empresa. Y eso quedó bastante bien demostrado con las tasas de interés de la colocación de bonos reciente.
¿Es sostenible el alza del precio?
Lo único que me atrevería a decir es que no veo un precio del cobre menor a US$ 2,50 la libra, lo que ya es una gran cosa. Hubo tiempo atrás muchos expertos que pensaban que el cobre se iba por debajo de US$ 2. Creo que China se está moviendo bien, y que efectivamente va a necesitar más cobre. Los balances que hay indican que quizás no en 2018, pero en 2019 o 2020 ya va a haber un déficit, y eso significa un precio de cobre de US$ 2,60, US$ 2,70. No he visto todavía una previsión de largo plazo de US$ 3.
¿Le hubiera gustado tener los proyectos estructurales ya operando con este nivel de precio?
Obviamente. Cuando estos proyectos partan el precio del cobre debiera estar mejor, y consistentemente mejor que el actual, y ese es el momento en que nosotros vamos a poder empezar a disminuir la deuda. A partir del año 2019 en algunos casos, que se yo, entre el año 2020 y el 2025. Ahí es donde se va a cosechar el haber hecho todo este proceso de revisar los proyectos, de asumir las desviaciones que estos megaproyectos normalmente presentan.
El primer semestre de 2014 Codelco tuvo excedentes por US$ 1.300 millones, con el cobre en US$ 3,2. Ahora son US$ 1.000 millones con el precio en 50 centavos menos. ¿Por qué?
(Sonríe y se apunta con el dedo) Pero viejo, hemos bajado los costos. Hemos bajado considerablemente los costos. Por eso se pueden explicar estos resultados.
¿Se explican por Nelson Pizarro?
No, se explican por Codelco. Échame a mí la culpa, como dice el bolero, de haber creado la vicepresidencia de Productividad y Costos, de eso sí soy responsable. Y ni siquiera tanto porque ya había una persona acá que estaba focalizada en eso. Pero haberla orquestado, haberla metido como driver en nuestro gerentes generales sí que es mío, porque yo cuando pase por las divisiones todos los meses, era como una fiesta, hacía una reunión para analizar con toda la gente, y cada profesional daba cuenta de las desviaciones que tenía su promesa y su realidad. Eso es muy valioso, y creo escuela. Tenía eso en mi mente. Sabía que eso había sido exitoso en el pasado. Esto no se saca nada que esté en la Casa Matriz, esto tiene que ir al terreno, tiene que ir a la fuente, a los gerentes generales, a los gerentes de proceso, a los superintendentes. Ese es mérito del "Pepe" Robles (vicepresidente de productividad y costos) y su gente, por iniciativa mía.