Como un hombre apasionado se describe Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de Codelco, pero apasionado por los resultados. "El foco está en los resultados. Hay que tener pasión por los resultados. Esa es la frase", comenta con entusiasmo.

Eso explica que el viernes, al entregar los resultados de la mayor estatal chilena, no disimulara su felicidad cuando dio a conocer el vuelco que registraron las cifras en 2016, ejercicio al que califica como "el peor en la historia de Codelco".

Los tres últimos meses del año pasado fueron vitales para que la cuprera lograra excedentes por US$ 500 millones, así como también el plan de ajuste de costos que impulsa la administración y que desde 2014 a la fecha ha permitido ahorros por un total de US$ 1.200 millones.

Para este año, Pizarro proyecta una leve alza en el costo de caja de la minera o costo C1, el que llegará a US$ 1,30 la libra. El ejecutivo está confiado, pues explica que el presupuesto de la minera para este año fue diseñado con un precio del cobre promediando US$ 2,26 la libra y eso conlleva una promesa de entrega de excedentes al Fisco de US$ 528 millones en 2017. En su fuero interno, sin embargo, estima que el metal podría fluctuar entre US$ 2,40 o US$ 2,50 la libra, con lo cual los excedentes podrían superar los US$ 700 millones.

El ojo del presidente ejecutivo también estará puesto en el Ebitda de la compañía, indicador necesario para no deteriorar el perfil financiero de la minera y para cumplir el compromiso de no aumentar el endeudamiento de la cuprera, monto que en 2016 se mantuvo en torno a los US$ 14 mil millones.

"Este año no será necesario salir al mercado, pero el próximo año sí", adelanta Pizarro, quien también admite que está buscando un sucesor. Ya tiene tres posibles postulantes dentro de Codelco y también está mirando el mercado. Sin embargo, reconoce que podría haber problemas, pues comparado con los sueldos de las mineras privadas, en Codelco "no son muchas las lucas", dice.

Los tres últimos meses de 2016 hicieron que la minera pudiera revertir los malos resultados que arrojaba el ejercicio…

Sí, pero nosotros ya habíamos salido del hoyo, que eso quede claro, porque habíamos revertido las cifras rojas y teníamos una utilidad en torno a los US$ 80 millones. Y al liquidar todos los concentrados (de cobre) vendidos desde septiembre hacia adelante, nos pegamos el salto.

¿Cómo define, entonces, el ejercicio 2016?

Fue el año más duro de Codelco y también el más exitoso. Estoy muy contento con el resultado que efectivamente se logró en el peor año de la historia de Codelco, porque logramos una mayor producción, menores costos, mejor productividad y un mejor excedente. Lo más importante, logramos sostener la cartera de inversiones. Y el principal mensaje es que no nos pongamos ciegos: los buenos resultados de 2016 no modifican el exigente escenario de Codelco.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, felicitó a la minera por sus cifras, pero también dijo que quedaba aún mucho trabajo. ¿Cuál fue el compromiso que asumió Codelco con Hacienda respecto de 2017?

Para el año 2017 tenemos comprometidos un millón 724 mil toneladas de cobre fino y 25.900 toneladas de molibdeno. Nuestro costo caja será en torno al US$ 1,30 la libra, un poco más alto de lo que hoy tenemos. Nuestro presupuesto está hecho con un cobre promediando US$ 2,26 la libra y, con eso, la promesa en excedentes es de US$ 528 millones.

¿Se actualizará ese precio del cobre?

Si me preguntan, yo apuesto a que el precio del cobre va a estar entre los US$ 2,40 la libra y los US$ 2,50 la libra. Esa es la percepción que tengo, pero nunca se sabe.

¿Cuánto más podrían mejorar los excedentes, si con US$ 2,26 se proyectan más de US$ 500 millones?

Es difícil saberlo. Hay que pensar que por cada centavo que suba o que baje el precio del cobre impacta para arriba o para abajo en US$ 36 millones. Hay que multiplicar 36 por 20 centavos, eso da US$ 720 millones.

Entonces, ¿estaría dispuesto a hacer una nueva apuesta con Valdés respecto del 2017, luego del 'lomito' que apostaron si se lograban mayores excedentes en 2016?

La apuesta que haremos es que vamos a poner todo nuestro empeño, compromiso y cuota de talento para superar nuestras metas. Eso lo puedo afirmar.

Su bandera de lucha durante 2016 fue la capitalización de Codelco. ¿Esa será su mayor preocupación este año?

La bandera de lucha fue que esta empresa no podía estar al rojo, así que el mensaje era "pongámonos las pilas, niñitos, y echémosle para adelante". Pero en términos de capitalización, el gobierno sabe cuáles son sus compromisos y pienso que los va a cumplir en la medida en que siga confiando en que estamos invirtiendo bien los recursos.

La administración se comprometió a no seguir endeudando a Codelco. ¿Los US$ 14 mil millones, entonces, es el tope?

Esa es nuestra aspiración y nuestro compromiso. Nuestra meta es no endeudar a esta empresa por sobre los US$ 14 mil millones.

¿Y esa meta es sostenible en el tiempo con el plan estructural de inversiones?

La gestión financiera de Codelco plantea desafíos que no son convencionales. Hay un ambicioso portafolio de proyectos que están respaldados por una base de recursos mineros; ese plan está financiado principalmente con deuda. Acá hay una cosa interesante. Entre los años 2007 y 2017, el gasto en inversiones se estimó en US$ 40 mil millones y los aportes al dueño fueron US$ 41 mil millones. Eso se hace con deuda. Entonces, para que no nos salgamos del investment grade es el Ebitda el que tiene que crecer. Eso nos debe permitir endeudarnos sin que el cuociente entre la deuda neta y el Ebitda se dispare y nos transformemos en un deudor riesgoso.

¿Cuánto más debería mejora el Ebitda?

Si la producción y los costos se logran, el Ebitda mejora tanto y cuanto mejora el precio del cobre, porque todo lo demás está fijo.

Proyectos estructurales

¿Codelco no saldrá más al mercado?

Este año no sería necesario, pero el próximo año, porque hay que seguir invirtiendo y con esta predicción de precio y esta proyección de resultados no alcanzamos a financiar el saldo que necesitamos, porque el precio que estamos usando son US$ 2,26.

¿De cuánto es ese saldo?

El plan de inversiones entre 2017 y 2021 sólo en proyectos estructurales suma US$ 8.000 millones.

¿Pero cuánto más se pueden espaciar en el tiempo los proyectos estructurales?

Tenemos ya una historia. Estamos diciendo que Chuqui Subterránea va a comenzar a alimentar las plantas concentradoras en 2019, pero nos va a tomar siete años, desde el 2019 al 2026, poder generar la alimentación plena a las concentradoras (producción en régimen). En cuanto al Nuevo Nivel Mina de Teniente, el proyecto estará completo entre los años 2023 y 2024. Cada proyecto tiene sus tiempos.

¿Hasta que eso ocurra, la producción de la empresa irá declinando?

Hay algunos años que todavía tenemos que trabajarlos, porque tienen una leve caída en la producción. Pero toda esta lógica escalonada mantiene el ritmo de producción de Codelco en la cercanía de 1,7 millones de toneladas. Y si efectivamente el Nuevo Nivel Mina empieza a producir de a poco hacia el año 2023 y Chuquicamata Subterránea empieza a producir lentamente podemos cumplir. También está Traspaso Andina, la planta desaladora, Radomito Tomic... Todos estos proyectos tendrán una ejecución escalonada.

¿Cuáles son los años más difíciles en términos de producción?

Los más difíciles serán los años 2018 y 2019. Esos son años en que tendremos que revisar los planes mineros y ver la forma de controlar una eventual menor producción.

¿Y esa menor producción se podría traducir en cero excedente al Estado, como ocurrió hace unos años?

Eso depende del precio. Nosotros lo que podemos hacer es comprometer producciones y costos.

Efecto de empresas coligadas

En la presentación de resultados usted dijo que la producción sería mayor si el aporte de las empresas coligadas fuera mayor. ¿Tienen poder de decisión en los directorios de El Abra y Anglo American Sur?

El controlador es el que toma las decisiones. No quiero decir que sea una decisión arbitraría (la decisión de Freeport de recortar la producción de El Abra); fue una decisión de negocio por parte del controlador.

¿Si siguen en esta posición menos favorable en términos productivos, Codelco no puede decir nada?

Capacidad de voz sí tenemos, quizás le diríamos 'analicemos esto desde otro punto de vista'. Pero el controlador controla, el que decide es el que tiene el 51%.

Hace casi cuatro años, Codelco cerró el negocio de siglo con Anglo American. Pero a la fecha no han recibido más de US$ 300 millones de dividendos, mucho menos que la inversión realizada. ¿Hoy diría que no fue un buen negocio?

La valorización que se hizo de las bondades del negocio en su momento no se han reproducido hasta ahora. De hecho, se han hecho castigos fuertes. El 2015 lo dio vuelta el impairment, pues ese año, con el precio del cobre a US$ 2,49 la libra, teníamos caja y excedentes y con el impairment nos fuimos a rojo.

Entonces, ¿fue una buena decisión?

Eso es historia. Además, nadie podía predecir el futuro. Sin duda que los precios los fijaron algunos inversionistas que pagaron lo que pagaron por un 20%. Si hay alguien que pagó esa cantidad de dinero es porque él estimó que eso valía.

¿Hay posibilidad de liquidar esos activos?

No, porque es un yacimiento muy bonito (Los Bronces), al que le dediqué 17 años de mi vida y El Abra depende del precio. Es un yacimiento interesante, pero depende del precio.

La ampliación de El Abra está estancada y su crecimiento se ve poco probable...

Los directorios son los que tienen que decidir. Para hacer esa inversión hay que tener aversión al riesgo y creo que los ejecutivos de Freeport son audaces. Ellos dicen que quieren desarrollar acá un clon de Cerro Verde (Perú), que es un tremendo yacimiento, y las leyes son bajas igual que las de El Abra.

Buscando sucesores

En la práctica, este sería su último año en el cargo, su período termina formalmente a inicios de 2018. ¿Quiere seguir?

No lo sé. No quiero hacer ciencia ficción, quiero cumplir primero mi compromiso.

¿Ha pensado en adelantar su salida?

No puedo seguir trabajando toda la vida. Voy a llegar en silla de ruedas y con pañales de adulto a Codelco. Pero voy a cumplir lo que tengo que cumplir, tal como lo está haciendo el presidente del directorio (Óscar Landerretche).

¿Está cansado?

Hay días buenos y días malos, pero en general esto es muy apasionante. Son muchas horas de trabajo y muchos temas diversos, pero son muchas las satisfacciones. ¿Cómo no es satisfactorio lo que logramos el año 2016? Esto me entusiasma y me entretiene. Yo estaré acá mientras el gobierno corporativo lo estime.

En el mercado se comenta sobre la búsqueda que estaría haciendo para su sucesor en el cargo… ¿Está buscando?

Eso me lo enseñaron en Exxon el año 1970 y tanto. La primera obligación de un alto ejecutivo es tener un sucesor. Acá ya tengo tres sucesores y uno de afuera de Codelco. Un ejecutivo que crié de potrillo. El tiene las competencias, pero no son muchas las lucas.

¿Los candidatos de Codelco estaban con usted en la conferencia de resultados?

No sé (ríe).