Varias decenas de neonazis se concentraron frente a un centro de refugiados en Dortmund (oeste), en un acto que refleja, según dijo el sábado la líder de los Verdes alemanes, la normalización del racismo y la islamofobia en el país.
"Un grupo de al menos 20 personas, algunas enmascaradas", fue advertido el viernes frente a un albergue para refugiados, "portando antorchas", gritando "frases racistas" y "utilizando artículos de pirotecnia", según un comunicado de la policía de Dortmund difundido este sábado.
La manifestación ya se había dispersado cuando llegaron las fuerzas del orden, que sin embargo pudieron detener en las inmediaciones a "13 personas, miembros del movimiento de derecha", precisó la policía, que ha puesto en marcha una investigación.
"Vamos a hacer todo lo posible para acabar con estas provocaciones e intimidaciones de los extremistas de derecha", dijo en el comunicado el jefe de policía de la ciudad, Gregor Lange.
Alemania se convirtió el año pasado en el primer destino en Europa para los refugiados, especialmente los provenientes de Siria, lo que ha dado alas al movimiento antiislam, que en las últimas semanas ha organizado multitudinarias protestas de miles de personas en el este del país.
El movimiento bautizado como Pegida no ha logrado implantarse en el resto de Alemania, donde las contramanifestaciones han sido de lejos mucho más numerosas.
Tras algunos enfrentamientos en su cúpula, Pegida se ha escindido en dos corrientes, lo que ha conducido a una drástica caída en la participación durante las manifestaciones, que llegaron a reunir a 20.000 personas en Dresde.
Pero "no hay que bajar la guardia porque los organizadores de Pegida se peleen", advirtió el sábado Claudia Roth, cabeza visible de los Verdes alemanes y vicepresidenta del Bundestag, en una entrevista con el diario Die Welt. "El racismo, la islamofobia, el sentimiento antigitano y la homofobia han hecho su entrada en Alemania".