La compañía de alimentos Nestlé SA, con sede en Suiza, está creando miles de empleos e invirtiendo en nuevas fábricas en América Latina, en momentos en que busca abordar problemas sociales y fortalecer su posición en uno de sus mayores mercados, dijo el jefe regional de la firma.

El productor de las barras de chocolate Kit Kat y del café Nespresso trabaja con funcionarios gubernamentales en los cuatro países miembros del bloque comercial Alianza del Pacífico -Chile, México, Perú y Colombia- para crear 2.900 empleos para gente joven en un lapso de tres años y enseñar habilidades de búsqueda de empleo.

"Nuestra visión de la responsabilidad corporativa es que para que sea sostenible tenemos que hacerlo de una manera que se inserte en nuestro modelo de negocio. Integrar a los jóvenes puede ayudarnos a moldear nuestra compañía en un momento de revolución digital", dijo Laurent Freixe, jefe de la División para América de Nestlé NESN.S, en una entrevista con Reuters.

"No estamos proponiendo los empleos sólo para hacer el bien para la sociedad. Nuestro negocio se está desarrollando y tenemos necesidades reales", declaró Freixe.

La iniciativa viene tras un proyecto similar realizado por Nestlé en Europa en los últimos años, donde algunos países están empezando a recuperarse de una crisis de desempleo juvenil.

La compañía emplea a unas 60.000 personas en funciones que van desde operarios de fábrica a veterinarios en América Latina.

Aunque una recesión en Brasil y una desaceleración impulsada por las materias primas en toda la región han tenido un impacto, Freixe dijo que áreas como el cuidado de las mascotas y el café ofrecen crecimiento potencial a medida que la clase media de América Latina se expande.

"Tenemos inversiones en muchos lugares. Estamos completando inversiones en alimentos para mascotas y nutrición infantil en México, estamos discutiendo nuevos lugares (en la región)", dijo, y agregó que la compañía estaba finalizando la construcción de una nueva fábrica en el sur de Chile y planea levantar otra en Cuba que debería ser aprobada a finales del año.

Nestlé, al igual que muchas empresas de alimentos, está buscando reducir el azúcar, la sal y la grasa saturada en sus productos para satisfacer las demandas cada vez mayores de los consumidores por alimentos más saludables.

Si bien las demandas han sido más fuertes en los países desarrollados, los mercados emergentes también están expresando cada vez más preocupación al aumentar las tasas de obesidad.

Chile, por ejemplo, exige que los fabricantes agreguen sellos a los alimentos que se consideran altos en calorías y azúcar. Freixe criticó la iniciativa por usar 100 gramos (3,5 onzas) como el referente del tamaño de una porción.

"Hay muchos productos donde nadie consume esa cantidad", sostuvo, y añadió que la educación nutricional es la clave para abordar el problema de la obesidad.