Era una noticia esperada, especialmente después de que el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu reconociera públicamente que estaba negociando con el partido ultranacionalista Israel Beitenu para que se sumara a la coalición de gobierno y que había acordado que el líder de esa fuerza política, Avigdor Lieberman, asumiría al frente del estratégico Ministerio de Defensa.
Así, como consecuencia lógica de lo anterior y cuando las diferencias entre Netanyahu y el actual titular de Defensa, Moshé Yaalon, se había vuelto insalvables, Yaalon presentó ayer su renuncia con duras críticas en contra del jefe de gobierno. "Esta mañana le dije al primer ministro que debido a su comportamiento durante los últimos acontecimientos, y a la vista de mi falta de confianza en él, dimito al gobierno y a la Knesset (Parlamento) y me tomo un descanso de la vida política", indicó Moshé Yaalon –un ex jefe del Ejército- en Facebook.
El objetivo de Netanyahu con la incorporación de Israel Beitenu (partido que ya ha estado en el pasado en el gobierno) es ampliar su frágil mayoría parlamentaria, que hasta ahora sólo cuenta con un solo voto de más. Por este motivo desde 2015 cuando formó de su cuarto gobierno, el primer ministro ha tenido que lidiar con los intereses de cada uno de sus socios. Con la suma del partido de Lieberman, y el resto de las fuerzas que componen el actual Ejecutivo, se constituirá en la coalición de gobierno más de derecha en la historia del actual Estado de Israel.
Al parecer Netanyahu pretendía mantener a Yaalon en el gobierno para lo cual buscaba nombrarlo al frente de la cartera Relaciones Exteriores. Pero las profundas divergencias entre ambos dirigentes resultaron insalvables. De hecho, los analistas consideraban que una de las jugadas de Netanyahu al nombrar a Lieberman en Defensa es acallar las voces críticas que han surgido últimamente en el Ejército.
Yaalon, por el contrario, se había estaba enfrentado con Netanyahu por haber alentado a los oficiales a decir siempre lo que pensaban, aunque esto contradijera las ideas de sus superiores o de sus dirigentes políticos. Como ejemplo de eso fue que el “número dos” del Estado mayor, el general Yair Golan advirtiera sobre el peligro que la sociedad israelí se inclinara hacia un nacionalismo cada vez más intolerante, como fue el de los años de la Alemania nazi antes de la guerra. O el hecho de que el jefe del Ejército, el general Gadi Eizencot, actuara con mano firme en el caso del soldado israelí que mató en Hebrón a un atacante palestino cuando estaba malherido y tirado en el suelo.
Con Yaalon en Defensa y el actual Estado Mayor, "el alto mando del Ejército era un factor de moderación" que contribuía a contrarrestar los enfrentamientos cada vez más intensos entre israelíes y palestinos de estos últimos meses, escribió el jueves el diario israelí Haaretz. "Es difícil de prever cómo actuaría Lieberman en estas circunstancias", destacó el periódico de izquierda y el más prestigioso del país. Eso porque como nuevo ministro de Defensa, Lieberman deberá supervisar las actividades del Ejército en los territorios palestinos.