Al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se le multiplican los frentes con la entrada del nuevo año ante la creciente presión internacional hacia su política con los palestinos y pendiente esta semana de un interrogatorio policial por sospechas de corrupción.
Después de la resolución 2334 de la ONU y la reprimenda del secretario de Estado estadounidense saliente, John Kerry, por la política colonizadora del Ejecutivo israelí, Netanyahu teme que la próxima cumbre de Paz en Oriente Medio, el 15 de enero en París, aliente una nueva condena mundial de los asentamientos y presione hacia la solución de dos Estados y el reconocimiento de Palestina.
El líder israelí ha decidido resguardarse de las críticas internacionales con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca que ha comprometido su "apoyo incondicional" a Israel.
En clave interna, el liderazgo de Netanyahu afronta un embate judicial con la inminente apertura de una investigación criminal como sospechoso de haber recibido importantes regalos de al menos dos empresarios, uno israelí y otro extranjero, según publicaron recientemente medios locales sobre la instrucción que se está llevando a cabo de dos casos de soborno y fraude.
Los primeros síntomas de debilidad se reflejan en una encuesta de intención de voto del Canal 10 que muestran la pérdida de apoyo de su partido, Likud, con la cesión de 7 escaños - de 30 a 23 -.
Además, el sondeo vuelve a situar al partido de centro derecha Yesh Atid (Hay Futuro), de Yasir Lapid, como la mayor fuerza del Knéset, que casi triplicaría sus 11 asientos actuales hasta los 27 de los 120, si hoy se celebraran elecciones.
La coalición de Gobierno con Naftalí Benet, líder de Hogar Judío y el mayor defensor público de la colonización y anexión de Cisjordania, le ha pasado factura a Netanyahu sobre todo en la arena internacional.
Los analistas consideran que el Ejecutivo traspasó el límite al avanzar en el proyecto de ley, presentado por Benet, para legalizar colonias no autorizadas por Israel, aunque todas son ilegales bajo la ley internacional, con el fin de evitar el desalojo del asentamiento de Amoná que impone una orden judicial.
"La resolución de la ONU fue motivada por la reciente declaración de Netanyahu de que nunca hubo un Gobierno tan bueno para los colonos como el actual", dijo hoy Haim Ramon en el diario Yedioth Ahronoth, sobre el apoyo que dio el primer ministro a los colonos de Amoná para calmar su descontento ante la evacuación.
Con el inicio del nuevo año, su principal socio de Gobierno y titular de Educación, Benet, ha vuelto a anunciar otro proyecto para anexionar el asentamiento de Maale Adumim, en el territorio ocupado de Cisjordania, que presentará a final de mes en el Gabinete y espera que reciba el apoyo de todos los ministros.
Propuestas que vuelven a retar lo ratificado por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 23 de diciembre que niega la validez legal de los asentamientos judíos levantados en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967.
Precisamente el miércoles, cuando Kerry volvió a poner el foco en el Gobierno israelí, los medios locales comenzaron a informar sobre la implicación de Netanyahu en una investigación por soborno y fraude.
Los diputados de su partido Likud reaccionaron calificando las informaciones de "campaña orquestada" con el fin de minar su liderazgo.
"Todos estos escándalos han resultado ser infundados y en eso quedarán las acusaciones que están siendo publicadas hoy en los medios", declaró el primer ministro.
Sin embargo, esta semana será interrogado por la Policía que trata de encontrar tiempo suficiente en la ocupada agenda del mandatario para que responda a todas las acusaciones de una investigación en la que han testificado 50 personas, informó el diario digital Ynet.
En el transcurso de la investigación policial, se habrían encontrado pruebas que implican al primer ministro, como principal sospechoso, además de a algunos miembros de su familia, de recibir regalos y beneficios de empresarios.
Enero tiene citas cruciales para Netanyahu, aunque la más esperada para él es el día 20, cuando Trump asuma la presidencia de EEUU.
"Pero ni siquiera un presidente que está emergiendo como el más comprensivo de todos los tiempos librará a Netanyahu de la ciénaga criminal. Para eso necesitará muchos abogados y mucho más que suerte", advirtió Yossi Verter en una columna publicada en el diario Haaretz en la que asegura que quienes se han encontrado con él esta semana le han notado "desgastado y desenfocado".