Vientos de elecciones anticipadas soplan en Israel. Un ventarrón que parecía convertirse en tormenta después que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, amenazara a algunos de sus socios de coalición con convocar a comicios, pese a que la actual legislatura debería concluir en 2019. El punto que provocó la actual crisis en la alianza de gobierno -de por si frágil y que cuenta con 67 escaños en el Parlamento (Knesset) de 120 diputados- es la puesta en marcha del nuevo servicio público de radiodifusión.
El 30 de abril la antigua Autoridad de Radiodifusión de Israel (IBA) debía cerrar y ser reemplazada por la Corporación Pública de Radiodifusión (PBC). En un comienzo Netanyahu aprobó la creación del nuevo ente estatal, pero el año pasado cambió de parecer y fue retrasando su apertura. Algo que llevó al enfrentamiento público entre Netanyahu (del partido Likud) y su ministro de Finanzas, Moshe Kahlon (del partido Kulanu) y de ahí a la amenaza de elecciones anticipadas.
Hay dos razones que se barajan en cuanto a la negativa del primer ministro israelí para la puesta en marcha de la PCB. La primera es la presión de los sindicatos y el hecho de que con la entrada en funcionamiento de la Corporación miles de personas del IBA sean despedidas y salgan a la calles a protestar. La otra razón es que Netanyahu tema que la PCB -al ser un ente más independiente- se convierta en un nuevo foco de críticas a su gestión. La Autoridad de Radiodifusión de Israel (IBA) ha sido acusada de un gasto excesivo y de corrupción.
Antes de emprender un viaje a China, Netanyahu le mandó un mensaje a sus socios de coalición. "No puede ser que el Likud respete todos los acuerdos de coalición y los partidos pequeños no respeten sus compromisos en puntos importantes para el Likud y para mí. Es inaceptable", dijo.
Sin embargo, la apuesta de Netanyahu para eventualmente convocar elecciones anticipadas le vendría bien al primer ministro considerando el buen nivel de apoyo que obtendría, según los sondeos.
En medio de este clima político, Netanyahu convocó a algunas reuniones con sus ministros el sábado, algo que provocó las protestas de los partidos religiosos de la coalición de gobierno. "No puede ser que el gobierno profane el shabat", sostuvo el ministro del interior y líder del partido Shas, Ari Deri.
Ayer el diario israelí Haaretz abogó por unos nuevos comicios tras calificar al actual gobierno de Netanyahu como "el peor que Israel haya tenido".