El primer ministro israelí, Benjamin  Netanyahu, anunció este jueves haber ordenado el despliegue de refuerzos policiales "significativos" en Jerusalén tras un intento de asesinato de un  ultraortodoxo judío.

"Ordené el despliegue de refuerzos significativos y de medios materiales adicionales para garantizar la seguridad en Jerusalén", informó en un  comunicado.

Por su parte, el portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, señaló hoy que las acciones de Israel en Jerusalén Este "equivalen a una declaración de guerra contra el pueblo palestino y sus lugares sagrados, así como contra las naciones árabes e islámicas".

"Consideramos al gobierno israelí responsable de la peligrosa escalada en la ciudad ocupada de Jerusalén, que alcanzó el punto álgido con el cierre de la Mezquita de Al Aqsa en la mañana del jueves", dijo Nabil Abu Rudeineh en un comunicado que publica la agencia de noticias oficial Wafa.

Israel cerró la Explanada de las Mezquitas esta mañana tanto a judíos como a musulmanes por miedo a que escale la violencia tras el atentado de un palestino contra un activista judío radical y la posterior persecución y muerte del atacante a manos de la policía israelí.