El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, exhortó hoy a la calma a israelíes y palestinos y a "no tomarse la justicia por su mano", tras el asesinato de un joven palestino en una presunta venganza de nacionalistas judíos.
"El primer ministro llama a todas las partes a no tomarse la justicia por su mano", se indica en un comunicado difundido por su oficina tras una conversación de éste con el ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch.
Netanyahu telefoneó al ministro poco después de conocer que un joven palestino de Jerusalén este fue obligado a entrar en un auto en la calle principal de la localidad de Bet Hanina y su cadáver apareció esta madrugada en un bosque al oeste de la ciudad santa.
Los hechos ocurrieron horas después del entierro de los tres adolescentes israelíes desaparecidos el pasado 12 de junio y cuyos cadáveres fueron descubiertos el lunes en un descampado cerca de la ciudad palestina de Hebrón, lo que ha desatado desde ayer una ola de ataques por parte de nacionalistas judíos.
"Israel es un estado de derecho y todos deben de actuar de acuerdo a la ley", destaca Netanyahu, que insta al ministro a resolver el caso lo antes posible para saber "quién está detrás de este deplorable asesinato y sus motivaciones".
El caso ha desatado graves enfrentamientos en el campo de refugiados de Shuafat, al este de Jerusalén, entre manifestantes palestinos que se concentraron esta mañana junto a la casa de la víctima y efectivos de la Policía israelí.
La Policía investiga el posible móvil nacionalista del asesinato por la ola de violencia que vive el país en las últimas 24 horas, aunque tampoco ha descartado otras posibilidades, entre ellas la de que se trate de un crimen de honor.
El ministro israelí de Ciencias, Yaacov Perry, ex jefe de los servicios secretos, afirmó hoy que si se confirma el móvil nacionalista el caso debe ser tratado bajo la legislación relevante para casos de "terrorismo".
También el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha condenado los hechos y ha afirmado que "se trata de un acto grave y bárbaro", mientras que los padres de uno de los tres adolescentes judíos asesinados exhortaron hoy "a no diferenciar entre sangre y sangre" porque "un asesinato es un asesinato" independientemente de quién sea la víctima y quién lo cometa.
"No puede haber justificación ni perdón a un asesinato", afirma la familia del joven Naftalí Frenkel, enterrado ayer, en un comunicado a los medios.