Dos dí­as después de ganar las elecciones en Israel, Benjamin Netanyahu dio marcha atrás a sus declaraciones de lí­nea dura, de descartar el establecimiento de un Estado palestino, en un aparente intento por contener una reacción diplomática de otros paí­ses.

Durante los últimos dí­as de la campaña, Netanyahu dijo que no estaba de acuerdo en establecer un Estado palestino bajo las condiciones actuales de violencia y caos. Las declaraciones, enfocadas a votantes nacionalistas, enfurecieron al gobierno de Barack Obama, cuya polí­tica exterior considera como objetivo clave una solución de dos estados.

En una entrevista por televisión, hoy Netanyahu dijo que mantiene su compromiso hacia un Estado palestino, siempre y cuando mejoren las condiciones en la región.

"Yo no he cambiado de polí­tica", dijo Netanyahu en declaraciones a la cadena MSNBC. "Nunca me retracté de mi discurso".

En ese momento, dijo que estarí­a de acuerdo con un Estado palestino desmilitarizado que reconociera a Israel como la patria judí­a. El presidente palestino, Mahmud Abás, se ha negado a dar ese reconocimiento y el año pasado formó un gobierno de unidad respaldado por el grupo miliciano Hamas. Hamas ha jurado que buscará la destrucción de Israel.

En la entrevista, Netanyahu también se refirió a la presencia de grupos islámicos hostiles en toda la región y dijo que cualquier territorio capturado entregado a Abás caerí­a en manos de los extremistas. Hamas tomó el control de la Franja de Gaza en 2007, poco después de que Israel se retiró.

"No quiero una solución de un Estado único. Quiero una solución sostenible de dos Estados pací­ficos, pero para eso las circunstancias tienen que cambiar", dijo Netanyahu. "Y cada territorio que queda libre en el Medio Oriente es tomado por las fuerzas islamistas", opinó.

Un dí­a antes de la elección, Netanyahu dijo al sitio de noticias NRG que él no agregarí­a el tema de un Estado palestino en su agenda, debido a las condiciones actuales en la región.