El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo hoy que los ciudadanos de su país están en "un combate por Jerusalén, nuestra capital eterna", y pidió al mundo que condene sin paliativos la "salvaje instigación palestina".
"Hay quien nos quieren echar de nuestro país y de nuestra capital, no lo van a conseguir. Estamos en un combate por Jerusalén, nuestra capital eterna", declaró Netanyahu en una rueda de prensa en sus oficinas de esta ciudad.
El jefe del Ejecutivo israelí añadió que "la defensa de Jerusalén es la defensa de la seguridad de los ciudadanos de Israel" y subrayó que éstos demandan en la actualidad "la unidad nacional".
Israel considera Jerusalén su capital "eterna e indivisible", pese a que la comunidad internacional no la reconoce como tal, al estar su parte oriental bajo ocupación desde 1967.
Los palestinos reclaman ese territorio como capital de su Estado.
Tras describir el atentado perpetrado hoy por dos palestinos de una aldea de Jerusalén Este en una sinagoga con el resultado de cuatro rabinos fallecidos y ocho heridos, Netanyahu pidió a la comunidad internacional una condena sin paliativos ante este tipo de crímenes.
Recalcó que el acto de atacar a devotos judíos vestidos con sus taledos (mantos de oración) en una sinagoga es igual de atroz al que ocurriría en una iglesia cristiana o una mezquita musulmana.
Netanyahu recordó también el atropello ocurrido en Jerusalén el mes pasado, que acabó con la vida de un bebé de tres meses y cuyo autor fue un palestino de la parte oriental de la urbe.
"Hamas, el Movimiento Islámico y la Autoridad Palestina instigan sin cesar contra el Estado de Israel y los judíos y aseguran que queremos destruir el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) y modificar el statu quo. Eso es una mentira", resaltó.
Aseguró que la autopsia realizada al conductor palestino de un autobús que apareció colgado el domingo "dejó claro que se trató de un suicidio, pero (los palestinos) lo convirtieron en un asesinato por judíos y eso es instigación", criticó Netanyahu, antes de señalar que esos rumores conducen a sucesos como el ocurrido hoy.
Al respecto, calificó de "escandalosas" las muestras de alegría de hoy en Belén o en Gaza, donde se repartieron dulces y se alabó el atentado de la sinagoga.
Pero, agregó, el ataque fue condenado por el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y "está bien que así lo haga".
No obstante, durante su comparecencia indicó que, desde el asesinato de tres jóvenes judíos a principios de julio, el dirigente no había condenado un suceso violento cometido contra israelíes.
Netanyahu reiteró que su gabinete ha adoptado medidas de castigo, como la destrucción de las viviendas de los autores del ataque de hoy y de otros anteriores, y anunció que se reforzará la seguridad y el cumplimiento de la ley y el orden en la urbe.
Instó a los israelíes a no tomarse la justicia por su mano para añadir: Israel está "en una lucha continua contra el terrorismo, que nos acompaña desde el inicio del sionismo".