La pantalla chica también ha acusado recibo de la muerte del líder cubano. Durante el fin de semana, Discovery Channel emitió el documental Fidel Castro: en la mira, centrado en los encargados de espiar al ex gobernante durante su extenso mandato, y ahora coincidencia o no, Cuba también se hará presente de forma importante en la programación de Netflix el próximo mes.

Días después de conocerse la noticia del fallecimiento de Fidel Castro, la plataforma de streaming anunció su calendario de estrenos para diciembre, con la isla como protagonista en dos producciones destacadas, pero de mundos distintos: el documental y la ficción.

La primera llegará el 8 de diciembre, con el lanzamiento de la serie documental The Cuba Libre story, original del servicio de streaming. A través de entrevistas a cerca de 50 expertos, la producción explora los eventos que transformaron a Cuba en una sociedad con la agitación política como hilo central, no sólo con el Ernesto Che Guevara, Castro y la Guerra Fría, sino que desde su concepción, con los conquistadores españoles hasta sus primeros conflictos armados, la dictadura de Fulgencio Batista y también su participación en el tráfico de drogas con grupos de la mafia norteamericana.

Un día después, será el turno de la miniserie Four seasons in Havana, que no por abordar Cuba desde la ficción deja de preocuparse de su identidad.

La producción, de cuatro episodios, está basada en los libros del novelista cubano Leonardo Padura sobre Mario Conde, un detective que ejerce en La Habana a fines de los 80 y principios de los 90, en una ciudad congelada en el tiempo. Algunas obras donde figura Conde son Paisaje de otoño y Herejes.

El mismo Padura se encargó de co-escribir los guiones de la versión televisiva de su personaje, que está a cargo de la productora Tornasol Films (la misma detrás de la ganadora del Oscar El secreto de sus ojos), y es protagonizada por el también cubano Jorge Perugorría.

La historia sigue a Conde durante las cuatro estaciones de un año, mientras investiga macabros crímenes. Todo en medio de las calles de La Habana, su música, sensualidad, corrupción y la nostalgia de los años 50, recordando un momento difícil de llevarlo al presente.

Incluso sin la motivación de la contingencia, no es de extrañar ver a Netflix poniendo mayor énfasis en contenidos de foco cubano. En 2015, gracias al acercamiento entre Estados Unidos y la isla, el servicio comenzó a operar en Cuba, aunque hasta el día de hoy enfrenta dos problemas: una muy baja conexión a internet y un valor que no encaja con la realidad económica del país de los hermanos Castro.