"Netflix está entrando en una nueva etapa en su historia", afirmaba un ensayo publicado en el medio de entretención Vulture en septiembre. La afirmación respondía a la cancelación de Bloodline por parte de la plataforma de streaming. La costosa producción protagonizada por Kyle Chandler fue renovada por un tercer ciclo, pero se anunció que sería el último. La medida tenía sólo dos antecedentes: la serie de terror Hemlock grove se terminó exactamente con la misma modalidad en 2015, mientras que si bien otra original en Estados Unidos, Lilyhammer, era cancelada el mismo año, se emitía en colaboración con la cadena noruega NRK1, no perteneciendo completamente a la compañía.
Pero Bloodline, una serie de críticas divididas desde un comienzo, marcaba el primer final prematuro de un proyecto de alto perfil para Netflix. Ayer, la compañía tomó otra decisión inédita: Marco Polo, otra costosa producción que según la prensa norteamericana, le habría significado al servicio pérdidas de USD $ 200 millones, fue cancelada, y por primera vez, no se le concedió una temporada de cierre. Los dos ciclos disponibles de la serie serán los únicos existentes. De hecho, por primera vez una serie original de Netflix no llegó a las tres temporadas.
Así, la exitosa compañía consolida la idea de que no siempre puede hacer crecer su programación sin hacer primero espacio. "Todo indica que la compañía llegó a la conclusión que no toda apuesta programática puede llegar a un final feliz", observó Vulture tras la cancelación de Bloodline.
La cancelación de proyectos no es la única modificación que Netflix ha incluido a su estrategia reciente. Este año, la compañía le entregó a la cadena norteamericana de habla hispana Univisión los derechos para transmitir por primera vez en ese país repeticiones de una de sus series a través de la televisión linear, con la primera temporada de Narcos, además del primer ciclo de Club de cuervos para la señal UniMás. Además, en septiembre la plataforma llegó a un acuerdo con la empresa Liberty Global para estar disponible en todos los cableoperadores del conglomerado a nivel mundial, a través del sistema On Demand. Eso incluye al cableoperador nacional VTR, que incluirá al servicio de streaming en algún punto de 2017.
Netflix comenzó este año a estar disponible en todo el mundo menos en China, Siria, Corea del Norte y la Península de Crimea, por lo que su crecimiento futuro depende de la captación de nuevos suscriptores más que la expansión territorial a nuevos países.