Brasil le dio el puntapié inicial a la Copa Confederaciones con un triunfo sobre la selección de Japón por 3-0. El Estadio Nacional de Brasilia se repletó para ver en cancha a la "canarinha" liderada por Neymar, pese a las dudas que había generado por el fútbol mostrado en el último tiempo.
Los locales salieron enfocados en borrar esa impresión e impusieron sus términos en los primeros minutos de juego, con mucho toque y asediando el arco rival. La recompensa llegó temprano y a los tres minutos Brasil ya estaba en ventaja con un golazo de Neymar.
El astro brasileño y nuevo fichaje del Barcelona desató el festejo en el estadio al clavar el balón en el ángulo con un remate de volea, después de que Fred le bajara un balón con el pecho. El envión anímico se hizo sentir y Japón no aparecía en el terreno de juego, mientras el "scratch" seguía tocando.
Sin embargo, hacia el final del primer tiempo el ritmo de juego decayó y solo las patriadas de Marcelo y la potencia de Hulk lograron hacer daño y encender nuevamente los ánimos en el estadio con la ilusión de un segundo gol brasileño que parecía estar cerca.
El festejo tuvo que esperar hasta después del descanso. Otra vez, recién iniciadas las acciones, Brasil se abrazó, esta vez con el gol de Paulinho, que recibió en los 48' y prácticamente en el punto penal un centro enviado desde la derecha por Dani Alves. Giro, remate potente abajo y nada pudo Kawashima para evitar el tanto.
Ya con una diferencia más amplia en el marcador, Brasil se dedicó a disfrutar el resto del partido, con Neymar en su propio show con el público, que aplaudió sus regates hasta que abandonó la cancha en el minuto 74.
Japón, por su parte, no tuvo capacidad de respuesta para anotar al menos un descuento que aportara con emoción en los minutos finales y el partido terminó incluso con un gol más del local un minuto antes que terminara el encuentro. Oscar filtró un gran pase para Jo, que llevaba pocos minutos en cancha, pero que no perdonó y puso el 3-0 final, en un debut soñado para Brasil.