Neymar no quiere más problemas. La negativa del uruguayo Edinson Cavani a cederle los lanzamientos penales en el París Saint Germain encendió un conflicto de proporciones en el que hasta el dueño del club intentó mediar con su generosa chequera. El brasileño busca apartarse del problema. O, al menos, disimularlo.
La culpa, como casi siempre, se la endosó a los medios de comunicación. "Acá inventan muchas cosas, hablan de más. Dicen cosas que no saben. Intentan entrar a nuestro sector privado, a nuestro vestuario. Terminamos hablando de más cosas que no existen. En fin, está todo bien", dijo el ex jugador del Barcelona, el fichaje más caro del último mercado y de la historia del fútbol.
Incluso adelantó que la decisión ya está tomada. "¿Qué pasa si Cavani quiere patear el próximo penal?", le consultaron. "Eso se habló dentro del vestuario. Ya está decidido", contestó, manteniendo el misterio.
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