Finalizaba el encuentro entre Manchester City y Barcelona y Lionel Messi tenía todo para, prácticamente, sellar la serie a través de un lanzamiento penal. Sin embargo, el argentino falló su tiro y su posterior remate, lo que fue de cierta manera festejada por la hinchada del elenco de Manuel Pellegrini.
Neymar ya había sido sustituido para aquel momento, y en el banco de suplentes recibió las burlas de un fanático de los celestes tras el penal perdido por su compañero. El brasileño reaccionó en un hecho que pudo terminar con mayores incidentes.