Un terremoto de gran magnitud se vivió ayer en San Carlos de Apoquindo. Nicolás Castillo, el goleador de la Selección chilena Sub 20 en el último Mundial de Turquía, le comunicó al cuerpo técnico que no jugará más en Universidad Católica si no es transferido al extranjero.
La razón esgrimida por el delantero es que el alto precio fijado por el cuadro cruzado para visar un traspaso ( US$ 8 millones) sólo ha puesto obstáculos. Lasarte, sorprendido por la decisión, intentó hacerlo entrar en razón antes del inicio del entrenamiento, asegurándole que será el centrodelantero titular una vez que haya culminado el trabajo físico especial que se le está aplicando tras el Mundial. Sin embargo, aquello no fue suficiente para hacerlo replantear su posición.
Aunque la decisión del delantero sólo es conocida por el técnico y los referentes del plantel, de hecho ayer Lasarte fue contándoles lo que estaba sucediendo, no resulta sorpresiva tomando en cuenta todos los hechos que se han producido en las últimas semanas entre el jugador, sus agentes y el club cruzado.
"No sé si es el mejor camino, pero cuando me lo comentaron de inmediato me puse en el lugar del 'Nico'. Creo que está siendo mal asesorado en este momento", reconoció uno de los referentes, que conoce la decisión del delantero.
Pero esto se veía venir. Ya antes del Mundial, el ariete había expresado su deseo de irse tras jugar en Turquía, presionando a la directiva. En ese momento, desde la dirigencia de la UC la respuesta fue clara: "No lo venderemos por menos de US$ 8 millones".
Desde la empresa que representa al futbolista, la cifra fijada por la UC siempre fue considerada como excesiva, pero siempre estuvieron abiertos al diálogo. De hecho, la idea de AIM era transferir al futbolista antes del Mundial para que no tuviera desconcentraciones en Turquía, pero especialmente para que no estuviera presionado por el hecho de que un gol más o menos iba a definir el nuevo valor de su pase.
Sin embargo, más allá de las pretensiones de uno y otro, la situación comenzó a ponerse tensa durante el Mundial. Especialmente, tras el rechazo de la UC a una oferta de Udinese, que bordeaba los US$ 6 millones. Incluso antes, Inter de Milán había sondeado la posibilidad de ficharlo y estaba dispuesto a poner US$ 5 millones sobre la mesa, pero aquello nunca se hizo efectivo.
El rechazo a la oferta de Udinese cayó como un mazazo sobre Castillo y sus agentes. La UC se mantuvo en su posición de no bajar la cotización e insistió en que se mantendría en los US$ 8 millones.
"No sé en qué están pensando al pedir una cifra tan alta. Todos los clubes que nos preguntan por el 'Nico' y escuchan el valor de su paseo, ahora prefieren esperar un poco", reconocen desde el entorno del jugador, que aguarda que esto se solucione a la brevedad, tomando en cuenta que el libro de pases en Europa cierra el 31 de agosto.
Por ahora, lo único claro es la decisión de Castillo de no jugar más en Chile. Lasarte espera convencerlo de que no es la forma correcta de presionar. El delantero ya le hizo saber que se quiere ir ahora. Y que no hay vuelta atrás. La UC tiene la palabra.