El televisor del living de Nicolás Massú tiene puesto el US Open. Nadie lo está viendo, pues el ahora ex tenista está aprovechando de dormir. "Llevo dos días despertándome a las 6 de la mañana", asegura el viñamarino, tras la siesta de mediodía, resumiendo el estrés que significa contarles a tus cercanos que iba a dejar el tenis, hacer una emocionada conferencia y recibir el apoyo de todo el mundo en un par días. "Desde Nadal, Djokovic y Federer a chicos que jugaron tenis universitario", agrega Massú, con orgullo.
¿Se ve en una cancha el resto de su vida o piensa que podría dedicarse a algo alejado del tenis?
Ligado al tenis voy a estar, seguro. Siempre he dicho que algún día quiero ser capitán de Copa Davis, puede ser en un año o en 10, depende de cómo se den las cosas, si tengo ganas, si se da la posibilidad.
¿Le atrae ser entrenador?
Ahora me quiero tomar mi tiempo. Podría ser. El otro día estaba viendo a Ivan Ljubicic, que tiene exactamente mi misma edad, fue número tres del mundo y él se retiró hace como un año y medio y lo vi como entrenador de Raonic. Está con un chico de 22 años, ahí sentado atrás. Esas cosas me llaman la atención.
Pensando en eso, ¿tiene más cercanía con alguno de los jóvenes?
Con todos. Soy un tipo muy amigable, el tenista pasa y lo que queda es la persona, siempre lo he dicho. Con Fernando (González) tuve una competencia sana. Es difícil mantener la amistad en un deporte individual y nosotros lo hicimos. Me siento orgulloso de ser hoy amigo de Fernando y del "Chino" Ríos, tal como el día que los conocí. Nos preocupamos, cuando el "Chino" estuvo enfermo... Si no eres cercano, estás solo.
¿Qué es lo que más va a extrañar del circuito?
Hace poco jugué un torneo en Italia y no había ningún latinoamericano. Ninguno. Y terminé comiendo con un serbio y un croata que los conocía de nombre porque los vi en el cuadro.Y comimos toda la semana. Eso es lo que me tiene con más pena, uno comparte tantos años con tanta gente, que no sabes cuándo los vas a volver a ver. A lo mejor, nunca más.
¿Le molestaron las críticas que le pedían retirarse mucho antes?
En este deporte tienes que ser fuerte. Es lo que yo les digo a los chicos, porque hay que viajar solo, pagar los gastos, conocer distintas culturas, lejos de tu familia, hay que tener personalidad, ser aguerrido. Desde chico tuve que convivir con las alabanzas y las críticas y siempre he sido centrado en ese sentido. Cuando estaba arriba, nunca me creí el mejor y cuando estaba abajo, nunca me creí el peor.
¿No lo afecta?
Es parte de mi vida. Sabía que si yo algún día llegaba a ser alguien conocido en Chile o en el mundo, iba a estar expuesto a eso.
¿Y que se dijera que tuvo más garra que talento? Como dando a entender que no tenía talento...
La gente que entiende de tenis sabe que hay diferentes talentos. No sólo la mano que tenía McEnroe o Ríos, pero mira la movilidad de piernas de David Ferrer; el saque de John Isner; la derecha de González, la devolución, la movilidad de piernas y esa derecha invertida que yo tenía.
¿Es cierto que no tocaba las medallas desde hacía nueve años?
Mi mamá las enmarcó, con una corona. La sensación de agarrarlas después de nueve años fue rara, de mirarlas y decir, ¿cómo logré esto? Ahí te das cuenta de cómo va pasando el tiempo.
¿Cuándo las volverá a sacar?
A lo mejor el día que yo me despida en cancha, que no sé cuándo va a ser ¿noviembre, diciembre?
¿Le da miedo que se le recuerde sólo por las medallas olímpicas?
La gente siempre se acuerda de lo más relevante. Pero yo no siento que la gente se acuerde de eso, se acuerda de la Copa Davis, de mi pasión, de cómo corría, de todo.
¿Cómo ve al recambio, a los jugadores chilenos jóvenes?
Si echamos el tiempo atrás, el tenis sufrió un lapso sin figuras entre Hans Gildemeister y el "Chino" Ríos. Me imagino que fue un tiempo difícil, porque el tenis chileno siempre ha demostrado ser grande en la historia.
Usted dice que es muy pronto...
Esto que pasó con el "Chino" Ríos, González y yo fue algo extraordinario, fueron 15 años que tuvimos tres top 10, campeones olímpicos. También debe ser difícil para la prensa, ¿no?
En ese sentido, ¿siente que hay una presión por estar tan pendientes de Christian Garin, aunque juegue torneos menores?
Pero muy bien. A mí me pasó lo mismo, lo primero que hay que tener claro acá es que este es un deporte individual y todo lo bueno y malo que pase depende de uno. Ojalá algún día vuelva a pasar, pero es muy difícil. A lo mejor sale uno, pero tres, lo veo difícil. Hablamos de Garin, de Malla, de Lama, que les vaya bien, pero que sean los tres en el mismo momento... Puede salir uno hoy y otro en 10 años más, como le pasó a Gran Bretaña, con Henman y Murray.
Independientemente de los logros que consigan. En la cancha, ¿cuál de los jóvenes chilenos le gusta más?
Esa respuesta te la voy a dar recién ahora, que voy a poder verlos jugar. La última vez que entrené con ellos fue hace un año y medio, en la Copa Davis de Uruguay. Esa vez fue la última vez que vi jugar a Garin. A Bastián Malla no lo he visto jugar nunca. Con Lama y Sborowitz he podido entrenar más. Traté de ver la Copa Davis contra Ecuador, pero estaba en México y el internet nunca agarró. Estaba nerviosísimo.
Pero algo habrá leído, le habrán contado.
Christian es el que más resultados tiene, el que más la gente conoce, creo que él tiene un potencial enorme, ganar Roland Garros, estar 400 del mundo con 17 años es importante. Si sigue el camino que está haciendo hasta ahora, creo que no va a tener ningún problema de llegar arriba en el tenis.
¿Qué le parece la confianza que le está dando Belus Prajoux, que lo pone de segundo singlista?
Las decisiones de la Copa Davis se las dejo al capitán. Si los asesores confían en Garin o en Aguilar o Capdeville o quien venga, bien.
¿Será bueno que juegue a su edad, que es más o menos la misma en la que usted partió en la Davis?
Yo siempre respeto mucho los cargos de la gente, no puedo responder eso sólo para generar polémica. Yo nunca respondo si debe jugar este o el otro, o quién es mejor capitán o mejor presidente de la federación. Para mí todas las personas son buenas, respetables. Para mí es difícil. Sólo sé que el chico juega bien, que tiene un potencial enorme, que va a llegar arriba. El resto tienen que decidirlo los capitanes.
Fernando González dijo que usted sería un "tremendo capitán de Copa Davis".
Repito. Hay que tener respeto por lo que están en el cargo. El día de mañana, podrán pensar en otras personas. Siempre va a ser bienvenido. Tengo la mejor opinión de Fernando. Lo que se proponga, sé que lo va a hacer bien. Recién está empezando a hacer cosas, vivió un luto, como dijo él, y le duró un par de meses, ahora se está dedicando a hacer cosas y está feliz. Ahora me toca a mí.
¿Habló con González sobre la decisión de dejar el tenis?
Conversamos, sí. El es muy importante en mi carrera y yo en la suya. Por eso digo que es muy bueno lo que está pasando con Garin, porque cuando hay un jugador como él, que viene empujando fuerte, siempre va a atraer a otros, a Malla, a Lama, a Jarry, eso es muy bueno. Ojalá uno despegue para que los otros lo sigan.
¿Supo de Mardy Fish, su rival en la final olímpica, y su problema cardíaco?
Algo ví. Más supe de Malisse y de Blake, que se retiran. Supe que Fish tuvo un problema, pero no ha anunciado su retiro.
¿Fish le escribió?
No he revisado.
¿Cómo fue ese último encuentro en Savannah?
Nos hemos encontrado muchas veces, hasta le gané después en Miami. Tengo una historia con él: debe haber sido 1999 o 2000, él pintaba para bueno. Estábamos en Scottsdale, yo no tenía cómo viajar rápido y jugaba al otro día. El vuelo estaba sobrevendido y su entrenador me dio su asiento. "Yo me arreglo para viajar después, tú tienes que jugar", me dijo. Mardy siempre fue buena onda. Imagínate que cuando pierde conmigo en Atenas, mostró una calidad humana inmensa, yo no alcancé a cruzar a saludarlo y él me estaba abrazando. Ojalá se recupere.