Hoy es un día especial para Nicole Perrot. Hace 10 años terminaba el York Newspaper Classic, del Futures Tour estadounidense. Pocos se acuerdan de ese torneo. Ni ella, porque no lo ganó; ni estuvo cerca de hacerlo. La verdad es que ni siquiera pasó el corte. Pero ese campeonato cerraba la temporada y la viñamarina conseguía la clasificación para el LPGA, pues mantuvo el tercer puesto del ranking y el circuito daba cinco cupos. El sueño de toda la vida se cumplía, a los 20 años.

Era una época distinta a la de hoy, asegura. "El Futures, para una jugadora como yo, que no venía de un College, que no era de tanto viajar, era una buena escuela. Las bolsas eran chicas, no era tan glamoroso. Era un sacrificio que había que hacer para llegar al LPGA", recuerda Perrot, sentada en la sala de reuniones de GlobalPR, la empresa de comunicaciones y marketing que ocupa sus días. También es comentarista de Golf Channel.

¿Cuál fue su momento más feliz?

Mi felicidad máxima estuvo en los últimos años de amateur. Después, en los primeros años del LPGA. Y hoy, en desafíos nuevos, también estoy feliz, porque tengo la estabilidad que nunca tuve. Estudié y me vine por el lado comercial. Hice al revés, no estudié primero, me fue bien. pero sabía que en algún minuto me iba a mover el piso y me iba a hacer lamentar.

¿Echa de menos? 

Viendo golf por TV me dan ganas de estar ahí, pero son unas ganas desinteresadas, por decirlo de alguna manera. Lo único que echo de menos es volver a jugar competitivamente. He evaluado la opción de volver a ser amateur, para poder representar a Chile, sería súper bueno poder estar en un equipo de Copa Los Andes.

¿En qué está eso?

Mandé la carta a la federación. Necesito saber cuáles son mis opciones, ver cuánto tiempo me dejan sin jugar y lo otro que me preocupa es que estoy vinculada a la cosa comercial, con las marcas. Si la federación se pone en contra, no podría hacerlo.

¿Se ve como jugadora y capitana?

Feliz. Me apasiona estar ligada de otra manera. Haber jugado amateur y profesional, de haber ganado. Uno puede transmitir muchas cosas que pueden servir.

Volver a jugar como profesional, ¿está descartado?

Totalmente. Porque son opciones y estilos de vida diferentes, donde no quiero estar. Volver al LPGA, prepararme, estar con Paz Echeverría, sería increíble, pero fue una etapa, lo tengo claro.

Ya anunció el regreso, en 2010.

Pero después sentí que todo lo que yo hiciera iba a ser criticado, hasta que no llegara a ser lo que fui antes. De mí se espera algo, porque ya logré algo. Para salir a buscar auspicios tal vez soy más mediática, pero es contraproducente, la marca ya sabe que fui la Mejor de las Mejores; gané sudamericanos, salí campeona mundial amateur, gané como profesional, lo mínimo que esperan son resultados.

¿Su mejor recuerdo del LPGA es el título del Long Drugs 2005? 

No, son millones. Desde ese triunfo hasta pérdidas de vuelos, salidas a comer con grupos de caddies y jugadoras, neumáticos pinchados, cosas fuera del campo.

¿Cree que ganar en su primer año fue contraproducente?

De todas maneras. El primer año me fue muy bien y después decía "y ahora qué más, qué hago". Se cometieron muchos errores, uno empieza a desenfocarse, a decir "cuál es mi siguiente propósito".

¿No encontró ese propósito?

No. Después de eso empecé a navegar en una nube. Yo aspiraba a  jugar contra las mejores del mundo y tener la posibilidad de ser una de ellas, pero nunca pensé en hacerlo hasta abuelita; siempre quise lograr cosas, retirarme y hacer otras, pero como todo pasó tan rápido, empecé a cuestionar si era o no feliz con ese estilo de vida.

¿Y era feliz?

Cuando dije "esta cuestión se acabó" fue en un major, el McDonald's 2008. Estaba en el hoyo tres, iba, no sé, tercera, y estaba triste, me caían lágrimas y decía "qué frustración más grande, qué hago acá, nadie me obliga, esto fue un proyecto mío, algo que quise desde chica".

Alguna vez dijo que el objetivo de su carrera también era hacer el golf más popular. ¿Lo logró?

Hoy el golf es mucho más masivo, más conocido, la gente entiende un poco más, asocia. Igual tenemos un problema en conseguir auspicios. Lo veo desde el otro lado hoy, es más masivo, pero no tanto como para hacerlo rentable. Traté de tener una marca propia, pero no dan los números.

¿Qué pasó con sus academias?

Sigo haciendo clases en las tardes. Tengo mis niños y ejecutivos, empresarios. Me entretiene, es desafiante, pero no estoy focalizada en eso. Más que profesora es como un coaching, veo la parte mental.

Como comentarista de Golf Channel Latinoamérica, ¿ha podido ver a Paz Echeverría?

Nunca la han enfocado. Pero encuentro muy bueno lo que ha hecho. También lo hizo a su manera: fue amateur, estudió en Chile y ahora está en el LPGA. Tendrá que ver si quiere dedicarse toda su vida o hacer esto por un tiempo.