Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en el marco de cuya celebración el Papa Benedicto XVI estará en Madrid del 18 al 21 de agosto, negó hoy que el desalojo de los últimos indignados que quedaban acampados en la capital española se deba a la visita del pontífice a la ciudad.
"Ni entramos ni salimos en las decisiones que toma el gobierno y la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid", manifestó en una conferencia el director ejecutivo de las jornadas, Yago de la Cierva. "Hay sitio para todos", precisó.
Las fuerzas de seguridad desalojaron ayer a los últimos indignados -unos cien en total- que quedaban acampados en la céntrica Puerta del Sol, epicentro y símbolo del movimiento que irrumpió en mayo, y en el Paseo del Prado.
El "movimiento de los indignados" culpó del desalojo a la próxima visita del pontífice, al igual que hizo el partido Izquierda Unida (IU). Anoche miles de personas se manifestaron por el centro de Madrid para protestar contra el desalojo y el blindaje de la Puerta del Sol por parte de la policía. Allí se mantenía hoy un dispositivo policial para evitar que los indignados volvieran a tomar la plaza.
En la Puerta del Sol finalizará la noche del 19 de agosto una procesión. Los actos principales protagonizados por el Papa tendrán lugar no obstante en el Parque del Retiro, la Plaza de Cibeles, la Plaza de Colón y en el aeródromo de Cuatro Vientos.
La tercera visita de Benedicto XVI a España estará precedida de protestas, algo que ya ocurrió en las dos ocasiones anteriores. Varias plataformas han convocado una manifestación para el 17 de agosto, en la víspera de la llegada del Papa a Madrid, para protestar por el gasto que supone para el erario público su presencia.
IU, por su parte, está llevando a cabo una campaña con el lema "#MadridsinPapa". Según alega, la JMJ tendrá un costo en torno a 50 millones de euros (71 millones de dólares), algo que en su opinión se está "ocultando" a los ciudadanos.
El director ejecutivo de las jornadas aseguró hoy no estar preocupado por las protestas. "Es perfectamente respetable que haya personas que no compartan nuestras ideas y que quieran manifestarse, mientras no interfieran con nuestras actividades", dijo De la Cierva.
La Jornada Mundial de la Juventud, en la que los organizadores esperan la presencia de un millón y medio de jóvenes, movilizará a unos 10.000 efectivos de las fuerzas de seguridad.
MOVILIZACION
En tanto, varios grupos del movimiento 15M decidieron manifestarse desde Atocha hasta la Puerta del Sol y continuar así con las movilizaciones iniciadas ayer tras el desalojo de los últimos acampados. Varios dirigentes fueron desalojados hoy por la policía, desde La Plaza Mayor tras haber pasado la noche en el lugar.