Joaquín Niemann pasa un par de días en Chile antes de volver a Estados Unidos para enfrentar más desafíos, Aunque es el número uno en el ranking mundial de aficionados, la mayoría de estos retos hasta fin de año son contra profesionales, en busca de entreverarse en el PGA Tour. Aunque también hay grandes torneos para aficionados.
Joaco vivió ayer una distendida jornada con los medios en su casa, la cancha de golf del Club de Polo y Equitación San Cristóbal. A los periodistas y camarógrafos les intentó enseñar los secretos del golf, les pasó sus palos y aunque pocos pudieron darle a la pelota con el driver, algo de mejor suerte hubo con el putter.
Convencido del pobre futuro de los periodistas en el golf, el aficionado mejor habló de sus propios horizontes, del aplazamiento de su ingreso a la universidad y, en definitiva, del paso adelantado al profesionalismo.
"Quiero ser profesional de aquí a un par de años y poder estar jugando en el PGA Tour, que es donde están los mejores y es el circuito principal. Para llegar ahí falta mucho trabajo todavía, mucho golf, experiencia también. Ya jugué contra los mejores y vi que el nivel que tengo es muy parecido al de los mejores, falta tiempo, pero puedo estar ahí", dijo.
Como profesional
Hace unas semanas el chileno clasificó y jugó el US Open y hace unos días, el Greenbrier Classic, al que llegó como invitado.
El punto es que hasta hoy Niemann ha podido sacar lo mejor de ser aficionado y entreverarse con rentados, pero esa convivencia es imposible de mantener para 2018: su próxima temporada debe ser decidida en los próximos meses.
Una idea es tratar de entrar ahora al PGA Tour, con buenos resultados. En el Greenbrier fue 29º, pero para clasificar al siguiente torneo hay que terminar top 10.
El primer intento de volver a los tees del PGA lo hará este lunes, cuando intente uno de los escasos cupos en el monday qualifier (la clasificación de lunes) del Barbasol, en Alabama.
A la vez, sus representantes están negociando nuevas invitaciones, para el Canadian Open, a fines de julio, y el OHL Classic, en noviembre en México.
Lo que se supo ayer también es que Joaco disputará la final del Q-School del Web.com Tour, al que ya clasificó como mejor del orbe en aficionados. Ese circuito es la segunda división del PGA Tour.
El chileno ya se dio cuenta de que tiene las capacidades para jugar hoy mismo el PGA Tour, pero el aspecto económico también pesa: ese puesto 29 en su primer torneo del PGA le hubiera dado 43 mil dólares de premio.
Como aficionado
La otra opción es mantenerse como aficionado un par de años. De hecho, jugará el Western Amateur, a principios de agosto, y el US Amateur, a mediados de ese mes, aunque los campeonatos match play no son su especialidad.
Además, sigue siendo parte de los programas de la Federación de Golf y del Team Chile, lo que le permite recibir alguna ayuda para los viajes, al menos.
"La universidad es una etapa que me gustaría vivir", señala. Pero de entrar a South Florida en enero deberá olvidarse de jugar cada ciertas semanas el PGA Tour y sólo podría ausentarse de la NCAA para jugar el US Open y el Open británico (a los que clasificará si sigue como número uno del mundo amateur para el 23 de agosto) y el Masters (si gana el LAAC de Santiago, en enero). "El LAAC lo quiero jugar sí o sí porque va a ser en Chile", asegura Niemann.
Nada está claro. O mejor dicho, está claro que si vuelve a destacar en un PGA, como el Greenbrier, o pasa la final al Web.com, el profesionalismo será una realidad en el corto plazo.