En una carta enviada a La Tercera, el nieto de Augusto Pinochet, Rodrigo García Pinochet, cuestionó la decisión de la directiva de la UDI de revisar la declaración de principios del partido sobre su postura frente al Golpe de Estado de 1973.
"Desde mi niñez pude constatar la cercanía que hubo entre los fundadores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el general Augusto Pinochet, no sólo en el plano formal, sino también estrechando lazos muy cercanos. Existía la certeza de que ambas partes compartían ideales y principios basados en la libertad, como también un juicio común acerca del peligro de las ideas totalitarias y estatistas -primordialmente encabezadas por el comunismo- para las sociedades libres y democráticas. Ambas partes reconocían que el 11 de septiembre de 1973 supuso la interrupción de un proceso que conduciría al país hacia una dictadura comunista", versa la carta.
En línea añade que "esa base ideológica quedó reflejada en la declaración de principios de los nacientes partidos de derecha. En el caso de la UDI, también era proporcionada por la figura de Jaime Guzmán, la cual, tras su premeditado asesinato, se fue corroyendo por el oportunismo y la conveniencia de muchos de sus herederos políticos".
"La mutilación de la declaración de principios de la UDI representará el paso final para la muerte de un partido clave en la contención del totalitarismo socialista que siempre vio en ella una barrera para su hegemonía. La UDI perderá así toda base ideológica, transformándose en uno más de los partidos políticos de centro, cuyo eje tenderá a inclinarse al oportunismo electoral que le conceda alguna cuota de poder", dice García Pinochet.
"Dejará un vacío político enorme que no será fácil de llenar, pero tarde o temprano encontrará a un nuevo grupo de hombres capaces de volver a enarbolar, tal vez no fechas, pero sí valores y principios que alguna vez fueron los que llevaron a Guzmán y a otros a fundar la UDI", concluyó.