El Ministerio de Sanidad de Nigeria prohibió hoy el traslado de cadáveres de fallecidos por ébola dentro y fuera del país, en un intento de frenar el brote del virus que ya ha matado a casi mil personas en el oeste de África, informó hoy el diario local Ladership.

"Estamos estableciendo medidas de control. A partir de ahora los cadáveres no podrán ser trasladados de una parte a otra del país", dijo el ministro de Salud del norteño estado de Kano, Khalliru Alhassan.

Ello supone que la gente que muera de ébola tendrá que ser enterrada en la comunidad donde falleció, sin opciones de regresar a su lugar de origen. Tampoco podrán ser repatriados los cadáveres de nigerianos que mueren en Liberia, Guinea o Sierra Leona, dijo Alhassan. 

Dos personas han muerto por ébola en Nigeria por el momento y otras siete están infectadas, mientras seis casos están pendientes de confirmación y unas 70 personas están bajo vigilancia.

Mientras tanto, el sacerdote español Miguel Pajares, infectado en Liberia y repatriado el pasado jueves, será tratado en Madrid con el suero experimental ZMapp, con el que también están siendo tratados los dos estadounidenses infectados, informó el Ministerio de Sanidad español.

Los médicos solicitaron importar el medicamento, hasta ahora sólo probado en monos, desde Ginebra. La medicación ya se encuentra en el hospital donde el religioso de 75 años está recibiendo tratamiento.

La condición de los dos pacientes estadounidenses de ébola mejoró tras ser tratado con el medicamento, pero no está claro si ello se debe al suero o a otros tratamientos que están recibiendo y tampoco está claro si el ZMapp tiene efectos secundarios a largo plazo. 

Mientras tanto en Alemania un hombre de Sierra Leona sospechoso de estar infectado y sometido a cuarentena en Hamburgo dio negativo a las pruebas, informó hoy a dpa el portavoz de la clínica universitaria de Eppendorf.

Guinea, donde el virus se detectó por primera vez en enero, cerró sus fronteras el sábado para frenar la difusión de la epidemia, pero el gobierno se negó a declarar una emergencia nacional, incluso aunque la Organización Mundial de la salud declarara el brote de ébola emergencia sanitaria internacional el pasado viernes, y llamara a las cuatro naciones afectadas -Nigeria, Guinea, Liberia y Sierra Leona- a hacer lo mismo.

"El estado de emergencia no es necesario en Guinea porque el brote de ébola está bajo control", dijo el portavoz del Ministerio de Salud, el coronel Remy Lamah. Guinea es el país donde se registran la mayoría de casos del ébola, según la OMS, con 495 casos confirmados o sospechosos y 367 muertes hasta el 7 de agosto.

El sábado, su vecino Senegal reportó el primer caso sospechoso de ébola en el norte de país. El paciente es un maliense de 27 años que está esperando los test que confirmen si tiene el virus.

Por el momento se han contabilizado un total de 1.779 casos y 961 muertes, según la OMS. No existe cura ni vacuna para la enfermedad, que se transmite por la sangre y otros fluidos corporales, provoca hemorragias masivas y tiene una tasa de mortalidad de hasta el 90 por ciento.