Lewis Hamilton puso fin a su racha de cuatro triunfos consecutivos en Mónaco y, por primera vez en la temporada no fue el primero en ver la bandera a cuadros cuando terminó la carrera. Y la reacción del campeón del mundo de Fórmula 1 de 2008 tras la derrota desató la polémica.
El británico no se dignó a saludar a su compañero de equipo en el podio, Nico Rosberg, quien fue el más rápido en el circuito francés.
El austríaco Niki Lauda, consejero de Mercedes, fue el primer en sacar la voz, y dijo que la actitud de Lewis Hamilton "fue incorrecta. Me reuniré con ellos o sólo con Lewis y le diré cuál es el problema".
"Entiendo que Lewis no esté contento pero debe aceptar que otro piloto fue más rápido", agregó. En tanto, el director ejecutivo, Toto Wolff, advirtió que "esto no volverá a pasar".
En Bahréin, cuando la carrera fue similar y Hamilton ganó, Rosberg le dio un abrazo para felicitarlo.