La niña inglesa que el año pasado consternó a todo el mundo al rechazar un corazón nuevo diciendo que prefería morir con dignidad, se sometió finalmente a un trasplante cardiaco, informó hoy el diario británico The Sun.

Hannah Jones, de 14 años, se encuentra ingresada en un hospital londinense y se recupera de la intervención que le salvó la vida. "Es una niña valiente y todos rezamos para que se recupere totalmente", señaló un amigo de la familia. El hospital se limitó a confirmar que la menor es paciente allí.

En noviembre pasado, Hannah generó revuelo porque tras pasar años en hospitales rechazó la operación. La semana pasada se conoció su cambio de opinión.

"Sé que había decidido que no quería esto de ninguna manera, pero todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión", dijo. Al parecer, cambió de opinión luego de que los médicos le comentaran que sus posibilidades de recuperación eran mayores de lo que creían en un principio.

El año pasado, la niña, entonces de 13 años, oriunda de Hereford, en el oeste de Inglaterra, se pronunciaba totalmente en contra de un trasplante, porque los médicos lo consideraban muy riesgoso y creían que en diez años iba a ser necesario otro trasplante más.

"No quería más operaciones. Estaba harta de hospitales y quería volver a casa", sostuvo Hannah, quien en aquel entonces recibió el respaldo de sus padres. Según los médicos, sin la intervención, la niña podía haber muerto en cualquier momento.

Hannah, a la que a los cinco años se le diagnosticó una extraña forma de leucemia, tenía un agujero en el corazón, formado como consecuencia de la quimioterapia.