La historia se vuelve a repetir. Cuando falta una semana para que se realicen las elecciones generales en Reino Unido apareció una encuesta que estrecha los resultados, tal como ocurrió para el referendo en Escocia en 2013, los comicios generales de 2015 y la consulta sobre el Brexit. Y nuevamente estallan los nervios en las campañas y se agita el panorama electoral.

Ahora, un sondeo de YouGov prevé que ningún partido logrará la mayoría de 326 escaños en las elecciones del próximo jueves. En esta encuesta, el oficialista Partido Conservador perdería 20 escaños, logrando 310 asientos. A su vez, el Partido Laborista ganaría 28 y quedaría en 257. El Partido Nacional Escocés perdería cuatro escaños y quedaría en 50. El diario The Times señala que la proyección tiene grandes variaciones que sugieren que los Tories podrían conseguir 345 escaños en una noche buena y 274 en una mala.

El modelo se basó en 50 mil entrevistas realizadas durante una semana, con votantes de un panel que reunió YouGov. Esto, dice The Times, permite que los encuestadores evalúen la intención de cada tipo de votantes, desde dónde viven hasta cómo votaron en el referendo sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, su edad, nivel socioeconómico.

Los analistas coincidían ayer que una de las razones de la caída en la popularidad de los conservadores se debe a la mala recepción que tuvo el manifiesto de Theresa May. De producirse los resultados de YouGov, los tories tendrían que realizar una alianza con otra colectividad, tal como ocurrió en 2010 cuando concretaron una coalición con los liberales demócratas. Sin embargo, las proyecciones señalan que ese partido lograría 10 escaños, lo que no sería suficiente.

Los resultados del sondeo contrastan con los datos de otras consultoras, como ComRes, ICM e IG Index que le dan una clara mayoría a los conservadores. Pese a ello, los tories se encuentran preocupados y ayer la primera ministra endureció sus ataques contra el laborista Jeremy Corbyn, quien desafió ayer a la líder tory a que participara anoche en el debate organizado por la cadena BBC, pero ella no asistió. "Los debates en que los políticos se pelean entre sí no ayudan en nada al proceso electoral", dijo.

En todo caso, lo que está claro por ahora es que Reino Unido ha vuelto al bipartidismo. Según explica el diario El País, esto se debe a que tanto los conservadores como los laboristas, los dos grandes partidos que se han alternado en el poder, sumarían entre los dos un apoyo superior al 78%, umbral que no se lograba desde 1979.