Como un verdadero "regalo de Dios" califican los vecinos de la Villa Pucará, en Talca, la llegada del pequeño Rodrigo Sepúlveda (8) el menor que fue abandonado por su familia al nacer en el hospital de Talca, por padecer una enfermedad degenerativa llamada Werning Hoffman y que tras el terremoto debió ser traslado hasta la casa de una auxiliar paramédico del recinto asistencial quien no tuvo ningún problema en transformar el living de su casa en una sala de hospital para acoger al "Yoyo", quien es ahora el regalón de la familia y de sus vecinos.
Tras el fuerte movimiento telúrico, Rodrigo comenzó a experimentar un fuerte decaimiento en su salud, pues el hospital regional quedó reducido a un cuarto de su capacidad y las réplicas cada vez lo asustaban más. En estas circunstancias, Anita Villar, una de las auxiliares paramédicos que ha cuidado por ocho años al pequeño Rodrigo tomó la decisión de llevárselo a su casa.
Daniela Fuentes Villar, la hija mayor de la enfermera indicó que "para mi Rodrigo es un hermano más, nosotros queríamos traerlo desde antes del terremoto y ahora con lo difícil que está todo en el hospital el mejor lugar para él es nuestro hogar, con nuestra familia". La joven asegura que en su casa recibe todas las atenciones que necesita y además los vecinos están felices con el pequeño.
"Rodrigo se deja querer y todos los niños y adultos pasan pendientes de él. Es un regalo de Dios y a la hora que podemos venimos a jugar con él, a conversar y estimularlo, porque nos da mucha alegría y paz, a grandes y chicos", dice su vecina ,Claudia González.
Sin embargo, el apagón de este domingo trajo preocupación a la comunidad, pues el pequeño requiere ventilación artificial y un corte de energía por más de dos horas podría ser fatal para su salud. Amigos de Rodrigo consiguieron a través de la Onemi un generador eléctrico para disminuir todo riesgo en caso de apagón.
El departamento de comunicaciones del Hospital de Talca descartó un posible traslado del menor a Santiago. Por su parte el matrimonio que lo tiene en su casa agregó que iniciará acciones legales para adoptar al menor y así "seremos nosotros sus padres legítimos y la comunidad que le ha demostrado tanto cariño, seguirá siendo su familia querendona" , asegura la paramédico, Anita Villar.