Los niños estadounidenses consumen demasiada sal, lo que aumenta su riesgo de sufrir hipertensión arterial, especialmente en el caso de padecer exceso de peso, según un estudio publicado este lunes en la revista Pediatrics.
Los 6.200 jóvenes de entre 8 y 18 años que participaron en la investigación consumieron de media 3.400 miligramos de sal diariamente, o sea 1.000 miligramos más (47%) que la dosis máxima recomendada (2.300 mg), precisan los autores.
El estudio, realizado a partir de un cuestionario del organismo federal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revela que un 15% sufría una presión arterial elevada.
Aquellos que absorbían las mayores cantidades de cloruro de sodio doblaban su riesgo de hipertensión en comparación con los niños que comen menos. El riesgo se triplicaba en caso de jóvenes con sobrepeso u obesos, señalan los autores de la investigación. Un estudio realizado en adultos mostró resultados comparables.
"La hipertensión arterial, considerada hasta el momento como algo relacionado sobre todo con los adultos, afecta desde ahora a los más jóvenes, debido a una alimentación muy rica en sal y a una obesidad creciente", lamentó Nancy Brown, presidenta de la Asociación Americana del Corazón (AHA), la organización privada más grande en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.
"Mientras que las nuevas normas de nutrición en los establecimientos escolares caminan en la dirección adecuada, los progresos realizados son lentos y este estudio señala fuertemente la necesidad de ir más deprisa puesto que nuestros hijos van a sufrir en una edad precoz crisis cardíacas y ataques cerebrales", insistió Brown en un comunicado.
"La sal que consumimos cotidianamente se convierte en un problema mayor de salud pública y los intentos actuales de reducir su consumo en Estados Unidos han resultado ineficaces", juzgó.
Para ella, "la reducción de sal en la alimentación debería de ser una prioridad nacional".
La AHA realizó una llamada a la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) para limitar la cantidad de sal consumida a 1.500 mg por día frente a los 2.300 actuales.
Según la asociación, más del 75% de la sal consumida por los estadounidenses proviene de alimentos industrializados y de restaurantes.