Nintendo comprobó con su primer juego para smartphone que es difícil lograr que la gente pague 10 dólares, incluso si el atractivo es Super Mario. Para su segundo título móvil, la poderosa compañía japonesa ha adoptado un enfoque diferente y potencialmente más lucrativo, pero mucho más polémico.
Fire Emblem (Emblema de fuego), lanzado el jueves para dispositivos de Apple y Android en 39 países, se puede descargar y jugar gratis, pero tienta a los jugadores a gastar dinero para destrabar ítems especiales que están dentro del juego. La técnica se llama "gacha" en japonés y ha creado controversia. Es extraordinariamente rentable en Japón, aunque también allí preocupa a los reguladores, quienes dicen que puede resultar adictiva y que manipula el espíritu de juego -o "shako-shin" en japonés- de la gente.
Las acciones de Nintendo llegaron a subir 5,9% el viernes cuando el juego ascendió al puesto número cuatro en los rankings de ingresos de iOS de Japón, según la firma de investigación de mercado Sensor Tower. Su socio DeNA Co. llegó a subir 7,9%.
Nintendo está muy consciente de la polémica. El fallecido expresidente Satoru Iwata objetó en 2012 el modelo de negocios "gacha" usado por muchos de sus competidores, diciendo que no podía ser la base "de una larga relación con nuestros clientes". Pero a lo largo de los años, el propósito ético de Nintendo se debilitó por la presión de inversores en busca de un mayor éxito en el mercado de rápido crecimiento de los smartphones. Después del deslucido debut en diciembre de su primer juego móvil, Super Mario Run, la empresa dio un giro y adoptó las técnicas que han sido tan exitosas entre sus rivales, como CyberAgent y Mixi.
"Nintendo abrió una caja de Pandora", dijo Serkan Toto, fundador de la consultora con sede en Tokio Kantan Games.
En Fire Emblem Heroes, como se conoce oficialmente la versión móvil, los jugadores pueden ganar orbes a través de batallas o comprarlas. Los precios para los conjuntos de orbes van desde los 1,99 a los 74,99 dólares. Se usan para liberar cientos de personajes para el partido del usuario, pero la treta es que los usuarios no saben con anticipación a quién obtendrán. A veces se trata de un personaje nuevo, otras de un duplicado menos valorado.
La medida pone a Nintendo en una posición precaria. Super Mario Run no usó "gacha" para dar a los padres "la tranquilidad de que sus hijos pueden jugar con él", como el presidente Tatsumi Kimishima le dijo a Bloomberg News en octubre. Pero el juego igual irritó a muchos fans que dijeron que el precio de 10 dólares para los niveles más altos es excesivo, y decepcionó a los analistas financieros que consideraron que no aportó suficiente dinero.