El puntaje promedio de los chilenos en pruebas de diagnóstico aplicadas por la empresa Education First –de enseñanza en idiomas para estudiar en el extranjero-, da cuenta que el Índice de Dominio del Inglés (EPI) se sitúa en el puesto 42 entre 72 naciones. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo señaló en 2012 que solo un 2% de la población nacional hablaba inglés fluido. Los malos resultados aumentan al revisar los datos de la prueba estandarizada Test of English as a foreign language (TOEFL) –habilitante para postular a trabajos o universidades fuera del país-donde el puntaje de los chilenos llegó a 80 en 2016, dos puntos menos que en 2010.
Este panorama preocupa a los expertos. Para el académico de la carrera de Pedagogía en Inglés de la Universidad de Santiago de Chile, Manuel Santibáñez, todos estos indicadores revelan que existe un nivel de estancamiento en el manejo de este idioma por parte del chileno medio que, por diversas razones, debe demostrar un nivel de competencia en el manejo de esta lengua.
Para ello, propone que los académicos que imparten la carrera de Pedagogía en Inglés tengan el nivel del idioma equivalente al de un nativo. "Si el Ministerio de Educación exige que los estudiantes que egresan de Pedagogía en Inglés tengan un nivel C1, que es inglés avanzado, lo mínimo que debieran acreditar los profesores a cargo de este tipo de carreras y formación en las universidades, es un nivel C2", aseveró.
"En nuestra universidad se exige el mencionado nivel C2, además de experiencia y posgrados, más una clase pública que es evaluada por una comisión. No puedo asegurar que esta sea una práctica común de todas las universidades; al menos en las estatales y públicas debiera ser así", agrega
A su turno, y en el marco del primer foro educativo "¿Cuál es el impacto social del inglés en el siglo XXI?", organizado por Education First, la experta internacional Emma Walton, Directora de Desarrollo Docente EF afirmó que "Chile puede hacer mucho para mejorar su nivel de inglés. Las autoridades deben preguntarse si hay suficiente inversión para entrenar a la siguiente generación de profesores, si se está enseñando inglés a una edad lo suficientemente temprana en la vida de los chilenos, y si hay suficiente transparencia sobre los múltiples beneficios que un nivel alto de inglés le puede otorgar a las personas, ya sea social, económica o culturalmente".
En tanto, Santibáñez manifestó que en la enseñanza escolar lo ideal es contar con grupos de no más de 20 alumnos y acusa que, en general, los estudiantes "no perciben un beneficio concreto al aprender la lengua" debido a que se privilegian los ramos que entran en la PSU.