Con una amplia mayoría, la abanderada de Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista, Beatriz Sánchez, ganó en las primarias del Frente Amplio.
Con un 67,64% de los votos, la periodista superó por mucho a su contrincante Alberto Mayol, quien alcanzó un 32,36% de los sufragios. A pesar de que el escenario no es sorpresivo, el caminó que deberá seguir la ahora candidata presidencial del Frente Amplio no es fácil.
Una carta competitiva
Dejar el periodismo e instalarse en las calles a buscar firmas. Esa fue la decisión que tomó a comienzos de este año Beatriz Sánchez, confiada en ofrecer a la ciudadanía algo distinto a lo propuesto por los dos bloques tradicionales que manejan la política hace años.
Junto a los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric -ambos instalados en el grupo de personajes políticos con más futuros y con mayor aprobación- Sánchez reunió las 33 mil firmas requeridas por el Servel y inscribió su candidatura presidencial. Asimismo, consiguió el apoyo de nueve de los trece partidos del conglomerado que representa y fue aumentando rápidamente su aprobación en las encuestas hasta ubicarse sólo cuatro puntos por debajo de la carta fuerte de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier.
Superar esos cuatro puntos será la principal tarea que tendrá la periodista desde hoy. En este contexto, la amplia mayoría que obtuvo en las en los comicios podría reafirmar su liderazgo y demostrar que es capaz de convertirse en una amenaza real para las cartas del oficialismo y los próximos candidatos que aparezcan en competencia.
Por otro lado, se espera que este este resultado ayude a consolidar el bloque y demostrar con votos la importancia que, según sostienen, le dan los chilenos al "proyecto transformador" que afirman representar.