El físico japonés Takaaki Kajita, premio Nobel de Física en el año 2015, respondió hoy a una batería interesantes e ingenuas preguntas durante un encuentro con escolares chilenos celebrado en el Museo Interactivo Mirador (MIM).
"¿Con lo neutrinos se puede llegar a fabricar una bomba atómica", le llegaron a preguntar al investigador japonés en esta charla, en la que además de los estudiantes, también participaron sus profesores.
Kajita ofreció a estudiantes de colegios de enseñanza básica de la Región Metropolitana de Santiago una presentación de su investigación sobre la oscilación de los neutrinos, unas partículas elementales de pequeño tamaño y sin carga eléctrica que pueden atravesar la Tierra.
El científico explicó que el descubrimiento, que le permitió ganar el Nobel, tuvo lugar en 1998, cuando consiguió demostrar que los neutrinos, al atravesar el planeta, podían cambiar de tipo y, por lo tanto, contrariamente a lo que se creía, tenían masa.
"Hay tres tipos de neutrinos, electrónicos, muónicos y tauónicos, Por mucho tiempo se asumió que no tenían masa, pero la tienen y cambia de un tipo a otro. Eso es lo que se conoce como oscilación de neutrinos", relató a los escolares, que le seguían muy atentos.
Kajita señaló que la evidencia de esta variación radica en que finalmente se observaba sólo la mitad de los neutrinos esperados en las predicciones.
Y llegó a aseverar que el descubrimiento de las oscilaciones de los neutrinos "cambió la física de los neutrinos y también los campos relevantes sustancialmente".
Preguntado sobre qué le motivó a estudiar los neutrinos, Kajita confesó que fue por su primer experimento, el Kamiokande, utilizado originalmente para observar la desintegración de los protones.
"No pudimos observar la desintegración de protones, pero sí la de los neutrinos, y por accidente nos encontramos con un comportamiento extraño. Por eso cambié mi campo de investigación", dijo.
Preguntado sobre cuál fue el principal desafío de su investigación, el físico japonés contó que fue cuando el detector se destruyó en 2001 y los investigadores perdieron más de la mitad de los fotodetectores.
"Pudimos sobreponernos gracias al trabajo en equipo y a que en ese momento teníamos un líder excelente, que rápidamente decidió reconstruir el detector", señaló.
El Premio Nobel de Física admitió que lo más difícil de ser científico es que requiere "bastante tiempo" poder responder algunas preguntas.
"Tienes que tener paciencia. En nuestro caso nos tomó más de diez años desde el descubrimiento inicial hasta el descubrimiento de la oscilación de neutrinos. Diez años es un rango de tiempo típico para la investigación científica", apuntó.
Y cuando llegó el momento de aconsejar a los niños interesados en la ciencia, Kajita no lo dudó y les recomendó "que se interesen por los fenómenos que ocurren en el universo y todo lo que les rodea".