24 de diciembre de 1914. El ejército alemán se enfrenta cara a cara con el inglés en la Primera Guerra Mundial.
Ambos batallones se disputan el frente occidental con varios heridos a cuestas desde temprano, hasta que llegó el momento de la Noche Buena.
Los alemanes comenzaron desde temprano a decorar sus trincheras. Más tarde cantarían villancicos en medio de la oscuridad. "Noche de Paz", precisamente, fue la canción que entonaron en su idioma.
Al escuchar a sus enemigos, los ingleses respondieron con una versión de la misma canción, pero en inglés.
De pronto, ambos cantos se silencian y comienzan los gritos de "feliz navidad" de lado y lado. En medio del campo de batalla, comenzaron abrazos e intercambios de regalos como whisky o cigarrillos entre los soldados de cada país.
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Una cruz, dejada cerca de Ypres en Bélgica en 1999, para conmemorar el sitio de la tregua de Navidad de 1914.[/caption]
No hubo disparos esa noche, solo recuperación de los heridos, ceremonias de entierro para los caídos en medio de la guerra y lo más emocionante: en medio de una improvisada ceremonia funeraria, los soldados de ambos países leyeron el salmo 23.
La conocida hoy como "tregua de Navidad" en algunas partes duró hasta el año nuevo y enfureció a los generales a cargo de los batallones ingleses John French y Sir Horace Smith-Dorrien por Inglaterra, quienes al enterarse prohibieron de ahí en más cualquier detención al conflicto bélico.
La leyenda del "armisticio informal" ya era real y comenzó a imitarse en los años venideros a la guerra, con distintos resultados.