Se describe como un hombre ordinario, que no tiene grandes recursos financieros, "contrariamente a otros políticos". Ha dicho a los medios que no es un tipo elegante, ni que su físico sea su principal argumento de venta, pero Yoshihiko Noda (54), el hasta ahora ministro de Finanzas de Japón y con toda probabilidad próximo primer ministro, cuando asuma mañana, es considerado un "negociador", un hombre inteligente y más bien anónimo.
Noda buscará sacar Japón de la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial, con la emergencia nuclear sobre sus espaldas, con la necesidad de intentar unir a su propia tienda política, el Partido Democrático de Japón (DPJ) y enfrentar a una oposición que lo ve como un oponente fácil de cara a las próximas elecciones, debido a su modo discreto de hacer las cosas.
Durante mucho tiempo, Noda fue un estrecho aliado de Naoto Kan, pero se distanció de él en el momento oportuno, según detalla la agencia Dpa. Pese a que se declaró a favor de reducir la dependencia de Japón de la energía nuclear, cuando Kan anunció recientemente, sin consultar con su gabinete, que Japón abandonaría totalmente la energía nuclear, Noda dijo que esa era una opinión individual.
Sin embargo, se espera que siga algunas de las líneas de su predecesor. Así, considera necesario subir los impuestos para reducir la gigantesta deuda japonesa y financiar la reconstrucción. En política exterior aboga por una fuerte alianza con Estados Unidos.
Noda estudió en el instituto de gobierno y gestión de Matsushita, una especie de academia para forma políticos. Comenzó su carrera política en su natal Chiba, provincia vecina a Tokio, y entró en el Parlamento por primera vez en 1993. Desde 2000 ocupa un escaño del DPJ. En 2010 asumió el puesto de ministro de Finanzas, precisamente de manos de Kan.