Las acciones de Nokia, el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles, caían hoy cerca de un 10% en la Bolsa de Helsinki, tras anunciar su alianza estratégica con el gigante tecnológico Microsoft en el mercado de las telecomunicaciones.

Los inversionistas no confían en que el acuerdo le sirva a Nokia para recuperar su hegemonía y hacer frente a sus principales competidores -Apple, Google y RIM- en el segmento de los teléfonos inteligentes, el más rentable y con mayor potencial de crecimiento del sector.

La futura utilización por parte de Nokia de Windows Phone, el sistema operativo para móviles de Microsoft, supone un reconocimiento implícito del fracaso de su anterior estrategia, basada en usar exclusivamente su propio software (Symbian y MeeGo).

Además, los analistas esperaban que la nueva estrategia anunciada a bombo y platillo por el nuevo consejero delegado de Nokia y antiguo directivo de Microsoft, el canadiense Stephen Elop, incluyese medidas más radicales a corto plazo para mejorar la rentabilidad de la compañía. En cambio, Nokia admitió en un comunicado que los cambios traerán una "incertidumbre importante" en sus resultados económicos de 2011, y aseguró que los dos próximos años serán "de transición".