La televisión norcoreana anunció que el último proyectil lanzado por Pyongyang es un nuevo modelo de misil balístico intercontinental (ICBM), bautizado Hwasong-15, capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos".
Tal y como acostumbra a hacer el régimen, la veterana presentadora Ri Chung-hee anunció en tono solemne el "exitoso" lanzamiento, que "autorizó y presenció personalmente el líder" Kim Jong-un, y que es el primero de Pyongyang tras dos meses y medio sin realizar ningún ensayo armamentístico.
En un boletín especial emitido tres horas de que empezara la programación habitual de la televisión estatal, Ri detalló que el misil voló 950 kilómetros y alcanzó un apogeo de 4.475 kilómetros, datos que están en sintonía con los que manejan Seúl, Washington y Tokio.
Estos datos indican que se trataría de la mayor altura alcanzada hasta la fecha por un proyectil norcoreano, lo que Pyonyang celebró como el logro de su objetivo de convertirse en un "Estado nuclear".
Teniendo en cuenta que el misil fue lanzado con un ángulo muy abierto, algunos expertos creen que el proyectil podría haber recorrido en un vuelo normal más de 13.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Washington o cualquier parte continental de EEUU.
La presentadora aseguró también durante la emisión, en la que no se mostraron imágenes del lanzamiento, que el Hwasong-15 (en coreano "Marte-15") "es un misil balístico intercontinental con una ojiva pesada supergrande" y que con este último ensayo el país "ha hecho realidad la gran causa histórica de completar una fuerza nuclear estatal".
El misil, disparado desde un punto a unos 25 kilómetros al norte de la capital norcoreana, voló en dirección este antes de caer en aguas del Mar de Japón (llamado "Mar del Este" en las dos Coreas), a unos 250 kilómetros de la costa de la prefectura nipona de Aomori (norte del país).
Estas aguas pertenecen a la zona económica especial (EEZ) de Japón, un espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde su litoral.
En tanto, el experto David Wright, del grupo de científicos estadounidense Union of Concerned Scientists (UCS), señaló en un artículo que el misil podría haber recorrido más de 13.000 kilómetros de haber sido lanzado con un ángulo estándar, una distancia más que suficiente para alcanzar Washington o "cualquier parte continental de Estados Unidos".
Por su parte, el Ejecutivo japonés afirmó que el misil voló durante unos 50 minutos y que habría caído en aguas del Mar de Japón (llamado "Mar del Este" en las dos Coreas) a unos 250 kilómetros de la costa de la prefectura nipona de Aomori (norte del país).
Estas aguas pertenecen a la zona económica especial (EEZ) de Japón, un espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde su litoral.
El ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera, dijo que no se ha informado de que el misil haya dañado ningún navío, mientras que el primer ministro de su país, Shinzo Abe, condenó la prueba y el desarrollo del programa nuclear y de misiles por parte de Pyongyang.
Seúl respondió además a la acción de Pyongyang realizando apenas cinco minutos después de detectar el lanzamiento un ensayo con misiles cerca de la frontera marítima oriental con Corea del Norte, al tiempo que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, convocaba una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (NSC).
Se trata del primer proyectil que Pyongyang lanza en dos meses y medio, desde que el pasado 15 de septiembre disparó un misil de alcance medio que sobrevoló precisamente el norte de Japón antes de caer al mar.
Tras el lanzamiento, el Presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mantuvieron una conversación de emergencia para evaluar su respuesta a la prueba misilística de Corea del Norte.
El asesor de Trump Dan Scavino publicó una imagen en Twitter del Mandatario hablando por teléfono con Abe, asegurando que la conversación era "sobre el lanzamiento de Corea del Norte de un misil balístico intercontinental al mar de Japón".
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó fuertemente el lanzamiento misilístico y emplazó a Pyongyang a "desistir de tomar cualquier posible paso desestabilizador a futuro". La nueva arremetida de Norcorea será analizada este miércoles en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU.