Los habitantes del noreste de Estados Unidos y el sudeste de Canadá se preparaban ayer para enfrentar este fin de semana la que podría llegar a transformarse en la peor tormenta de nieve desde 1978, cuando la región de Nueva Inglaterra (que abarca los estados de Maine, New Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut) quedó paralizada entre el 5 y 7 febrero de ese año, producto de la acumulación de 60 centímetros de nieve y vientos huracanados. Ese hecho provocó 56 muertos. El Servicio Nacional Meteorológico estadounidense (NWS) anunció hasta 60 centímetros de nieve y posibles vientos de unos 120 km/h desde Nueva Jersey hasta Maine, franja que incluye a los estados de Nueva York, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts. Este complicado escenario llevó a las autoridades meteorológicas a catalogar el fenómeno climático de "potencialmente histórico". La contraparte canadiense del NWS, en tanto, también advirtió que la provincia de Ontario -la más poblada de Canadá- recibirá entre 15 y 25 centímetros de nieve, mientras que en las regiones atlánticas la nevisca dejaría hasta 40 cm.
Si bien el punto álgido de la tormenta "Nemo" se espera que tenga lugar hoy, hasta ayer las primeras nevadas y las ráfagas de viento ya comenzaron a azotar a este extenso territorio, donde las autoridades urgían a las personas a no dejar sus hogares, a menos que fuera estrictamente necesario.
De acuerdo con el sitio especializado FlightAware, al menos, 4.700 vuelos (entre directos y conexiones) han sido cancelados entre ayer y hoy en varios aeropuertos de la costa este (incluidos los tres de la ciudad de Nueva York, en los que se cancelaron todos los viajes), en anticipación de la tempestad que surgió tras la combinación de dos sistemas climáticos (uno polar y otro subtropical), explicó el NWS. En paralelo, la red estatal de trenes interurbana de EE.UU., Amtrak, decidió suspender desde la tarde de ayer los viajes entre N. York y Boston, donde las autoridades también suspendieron las clases y el transporte público, según The New York Times. La tormenta podría afectar especialmente a Boston, donde se prevé que caigan 91 cm de nieve, sobrepasando así el récord de 70 cm que se acumularon en 2003.
Según el Times, las autoridades también esperan que se produzcan inundaciones en las ciudades costeras, afectando a unos ocho millones de personas, algunas de las cuales aún no se recuperan de los estragos causados por el huracán Sandy, el 29 de octubre pasado, y que dejó daños por US$ 50 mil millones. "Debido a los posibles cortes eléctricos y dificultades en el transporte, se aconseja almacenar suministros, incluyendo medicamentos", previno ayer el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Con entre 25 y 30 cm de nieve a la vista, el edil recalcó que la alcaldía ya tiene "más de 250 mil toneladas de sal, 350 barrenieves y 1.800 vehículos de limpieza listos para entrar en acción". A su vez, en ciudades como Portsmouth (New Hampshire) y Kittery (Maine) está prohibido estacionar en las calles hasta que pase "Nemo". Massachusetts fue más allá y desde las 16 horas de ayer prohibió la circulación de autos por todo el estado.
En Toronto, hasta ayer se habían producido 200 accidentes de tránsito, por la escasa visibilidad y la nieve acumulada en las calles.