El noreste de Estados Unidos comenzaba hoy a salir lentamente del caos provocado por las más intensas tormentas de nieve caidas desde hace años.
En la capital del país, Washington, aún se acumulaban 60 centímetros del manto blanco en algunos lugares. Por eso, este lunes permanecerán cerradas las oficinas públicas y las escuelas.
Nueva York no se vio tan afectada. A pesar de que la nieve en algunos sitios alcanzó los 40 centímetros, no se suspendió la circulación de metros, autobuses y trenes suburbanos.
Luego de que los tres aeropuertos neoyorquinos fueran cerrados la noche del sábado debido a la intensa nevada, el cielo sobre la ciudad de 15 millones de habitantes permaneció en un silencio extraño.
En Virginia y Maryland, estados lindantes con Washington, estalló el caos tras 24 horas de nieve. Miles de personas quedaron varadas en las carreteras y tuvieron que ser llevadas a refugios por los equipos de rescate. El tráfico aéreo quedó prácticamente suspendido el fin de semana.
En Washington, Virginia, West Virginia, Delaware, Filadelfia (Pennsylvania) y Boston (Massachusetts) se declaró el estado de emergencia por nieve.
En total murieron cinco personas durante el fin de semana a causa de la nieve, cuatro de ellas en accidentes de tráfico y otra posiblemente por congelamiento.