Con un clima de mayoritaria normalidad, pero con paralizaciones y restricciones en algunas zonas, comenzó hoy en Perú la jornada de protesta popular de tres días que en algunos departamentos y gremios incluye huelgas de 24, 48 ó 72 horas.
La ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, dijo que la protesta tiene efectos hoy en los departamentos de Arequipa y Ayacucho, donde incluye huelgas cívicas. Las radios también reportaron un cese de actividades amplio en Huancavelica y algunas restricciones de transporte en los de Cusco y Puno.
Grupos reducidos de manifestantes intentaron tomar temprano la carretera que une los departamentos de Arequipa y Moquegua y la que va entre las ciudad andina de Huánuco y la selvática de Tingo María en el departamento de Huánuco, pero fueron desalojados sin mayores problemas por la policía.
También se reportaron bloqueos en el departamento costero de Ica, concretamente en la carretera que lo une con Ayacucho.
En Lima, donde la protesta se reducirá a algunas concentraciones mañana miércoles, hoy la normalidad era absoluta y no se presentaba la huelga con que amenazaban algunos gremios de transportistas.
Los organizadores de las protestas aspiran a que éstas sean especialmente intensas en los departamentos andinos Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Puno, los andinos-costeros Ancash y Arequipa y los andinos-selváticos Huánuco, Junín y Pasco.
Entre los gremios en huelga está el de los educadores, con poco éxito en algunos departamentos y mayor acogida en otros. También se esperan protagonismo especial de organizaciones campesinas radicales de los Andes.
Cabanillas, dijo que la Policía tiene pleno control de todo el país, con apoyo de las Fuerzas Militares en algunos puntos estratégicos.
Las protestas son convocadas por diversas organizaciones sociales con el aval de la Confederación General de Trabajadores del Perú, la mayor central obrera del país.
La agenda de reclamos es amplia y varía según las regiones, pero el denominador común es la exigencia de cambio del modelo económico liberal. Los pedidos, según cada organización, van desde la renuncia del presidente Alan García o la derogatoria de los tratados de libre comercio suscritos, hasta asuntos puntuales de carreteras y puentes.