El recuerdo apenas sobrevive, coloreado por la memoria. Manuel García (44 años), cumplía cinco cuando un "monero" pasó por su casa en Arica, ofreciendo un retrato iluminado: esas fotografías coloreadas, donde los abuelos, los padres, los niños, miraban solemnes y emperifollados sobre un fondo celestial. "Un mes después llegó el cuadro y a mi mamá le daba risa lo tieso que salíamos", dice García. El cuadro está perdido y apenas queda el recuerdo. Pero era un ritual, explica, que resume lo busca contar en su quinto álbum, Retrato iluminado, que será publicado este martes.
Es un disco doble. También de dos caras, con un pie en la tradición latinoamericana más acústica y el otro en el pop rock (ver comentario). "Es mirar el pasado y revalorarlo como material artístico, pero en comunicación con una generación nueva", afirma. "Por eso que el lenguaje es 'rocker' en algún minuto, pero también de un folclor antojadizo, casi imaginario. Ya que algunos no se están tomando el trabajo de preguntarle a sus abuelos sus historias, se las pregunto y las cuento como puedo".
Y ahí están, entre las 20 canciones de su nueva entrega: sobre las gestas obreras en el norte con Carbón, sobre los dramones mexicanos en Medusa. O algunos relatos de su abuela Gumercinda, o de su padre, a quien dedica el tema El negro Manuel. "Es un proceso personal. Alguna vez por ser una familia pobre, tradicional chilena, nos vimos en situaciones donde la vida podía ser injusta y tal vez no quisimos vivir los ritos familiares. Esa revaloración es parte de este proceso".
EL NOLO
Además, Retrato iluminado abriga otra relación filial: la del productor del álbum, el ex guitarrista de Los Tres Angel Parra, y su padre. Este último, llegó como consultor. "Nunca había hecho décimas, entonces, para investigar lenguajes, 'Angelito Chico' me picó la guía. Yo no soy patudo, menos con los centrinos". El disco acústico terminó registrándose en vivo, con Angel Parra Cereceda en "un mano a mano, después que no me atrevía ni a saludarlo".
Ambos, cuenta García, estarán para el lanzamiento, el 29 de agosto en Movistar Arena (entradas vía Puntoticket), que ayer agotó su primera preventa. El autor de La gran capital está concentrado en ese compromiso, ahí donde pocos nombres locales se atreven. "Este es un disco caro. Podría ser más fácil si tengo menos infraestructura, menos músicos y promuevo un artista folk, un cantautor con su guitarra. Gano menos, pero más veces. Pero decidimos entregarnos al sacrificio. Invertimos todo y necesitamos que se proyecte. Seré sincero: aspiramos a que tenga un impacto en el medio chileno y ojalá internacional".
Entremedio, algunas estaciones próximas: García dice estar arreglando detalles para volver a girar con Calle 13, a quienes acompañó durante su más reciente tour por EE.UU. También grabó como invitado en el próximo disco de Ismael Oddó, y alista el estreno del documental La ciudad de mis canciones, de Alejandra Fritis. Mientras habla, García revisa el cancionero desplegable que trae Retrato Iluminado. Es primera vez que lo ve. Ahí, las canciones aparecen acreditadas a "Nolo". "Así me dice mi familia. Manuel García pasa a ser una especie de marca registrada. Casi lo veo en tercera personal. Para mí es un gesto pequeño, pero es lo único que me queda para regalar".