Novak Djokovic volvió a jugar al Rod Laver Arena, cancha central del primer Grand Slam de la temporada, y escenario donde el serbio debutó con el pie derecho en la competencia que busca ganar por cuarta vez y por tercera de manera consecutiva, luego de sus triunfos en 2011 y 2012.
"Me encanta estar de vuelta en esta cancha", aseguró Djokovic tras el juego en el que venció a Paul-Henri Mathieu. El serbio no disputaba un partido en esa cancha desde la histórica final del mismo torneo el año pasado frente a Rafael Nadal, encuentro que se prolongó por casi seis horas.
"Esta pista es, por lejos, en la que he conocido más éxitos. Hace doce meses jugué una final de seis horas y es genial estar de vuelta", declaró el tenista que, en la segunda ronda, se medirá con el estadounidense Ryan Harrison, que derrotó al colombiano Santiago Giraldo.
Sobre la posibilidad de entrar en la historia y ganar el Abierto de Australia por cuarta vez, como ya hicieron antes Jack Crawford, Roy Emerson, Ken Rosewall, Andre Agassi y Roger Federer, Djokovic fue enfático al decir que "todo logro, especialmente si es parte de la historia, es importante para mí. Me encanta este deporte. Es mi vida desde que tengo cuatro años", culminó