Las finanzas andaban mal para Mario Puzo. Tenía 49 años, una esposa y cinco hijos, dos novelas de muy escasas ventas y deudas, deudas y más deudas. Las apuestas eran un problema. Apostó de nuevo: sin saber nada de la mafia, le vendió a una editorial un historia sobre sus entrañas. Ganó. La novela El Padrino estuvo 67 semanas entre los libros más vendidos en EE.UU., llegó al cine para convertirse en una de las más grandes películas contemporáneas y le abrió las puertas de Hollywood a Puzo. La familia Corleone fue una veta de oro que aún, a 14 años de la muerte del escritor, no se agota.
A librerías chilenas acaba de llegar Los Corleone, una novela que llena vacíos entre las primeras dos películas que dirigió Francis Ford Coppola y relata el ascenso de Vito Corleone hasta convertirse en el poderoso Padrino de la mafia de Nueva York, en los años 30. Firma el experimentado escritor Ed Falco, quien se basó en un guión incompleto del propio Puzo para una cuarta película sobre la familia. La muerte llegó antes.
Ya se trata de una saga: a pesar de que Puzo sólo escribió una novela sobre los Corleone -y los guiones de las tres películas-, sus herederos se han encargado de mantener vivo el legado. Mark Winegardner escribió El Padrino vuelve (2004) y El Padrino: la venganza (2006). Eran historias que también llenaban los vacíos de las cintas. Falco ha querido ir un paso más allá con su parte: "Es una novela sobre la corrupción, y el rol de la violencia, el dinero y la oportunidad en la cultura americana", aseguró.
LAS MANOS SUCIAS
Ambientada en la Nueva York de la década de 1930, la novela arranca cuando Vito Corleone ya se gana la vida en la mafia. Arriba suyo está Peter Clemenza, mientras a su altura están las familias de Giuseppe Mariposa, Emilio Barzini y Phillip Tattaglia. Coppola lo retrató como poderoso y viejo -en el papel de Marlon Brando- en los años 40, luego regresó a los años 20 para mostrarlo como un italiano recién llegado a EE.UU., joven y arriesgado (Robert de Niro). Falco describe a Corleone como un padre preocupado de su familia y, secretamente, un brillante estratega criminal. A su lado, un bestial Luca Brasi lo protege y le abre paso en el negocio.
Bajo la fachada de un negocio de venta de aceites, Vito maneja las apuestas ilegales en el Bronx y tiene redes de soborno en sindicatos. Les esconde a su mujer y sus hijos su forma de vida. "Un hombre como yo no podría haber llegado adonde estoy sin ensuciarme las manos", reconoce Vito, pero reniega de los gánsteres ligados a las drogas y la prostitución.
El Vito de Ed Falco está consciente de que lo persigue la muerte: "Cuando era un niño, un hombre mató a mi padre. Cuando mi hermano juró venganza, también lo mataron. Cuando mi madre rogó por mi vida, también la mataron. Luego vinieron por mí. Escapé e hice mi vida aquí en América. Pero siempre en este negocio hay un hombre que quiere matarte. Nunca escapé", dice.
Buena parte de Los Corleone está dedicada a relatar cómo el hijo mayor de la familia -James Caan en el cine- termina como la mano derecha de su padre: tiene 17 años y lidera una banda de ladrones de poca monta, en el mismo barrio del Bronx. Su hermano adoptado, Tom Hagen (Roberto Duvall en el cine), es un estudiante de leyes, que lo ayuda como lo hará después con Vito.
Publicada en 2012 en EE.UU., Los Corleone debió librar una larga batalla judicial antes de ver la luz. El estudio Paramount demandó a los herederos de Puzo por la novela, argumentando derechos sobre los personajes de la saga. Finalmente hubo acuerdo. Para la crítica, Falco estuvo a la altura: "Un valioso nuevo capítulo en la historia de las cinco familias, una oferta que no se puede rechazar", dijo la revista Kirkus.