Esta semana, el presupuesto de Educación vivirá jornadas claves en el Congreso. Tras el rechazo en la Cámara de Diputados, la propuesta será revisada mañana por la comisión mixta y el miércoles podría ser votada en ambas salas.
"Estamos llegando al momento de las definiciones y no me gustaría que esto terminara en un rechazo y en un veto. No le haría bien al Congreso estirar más la cuerda", afirma el presidente del Senado, Jovino Novoa.
¿Qué rol debe jugar Sebastián Piñera?
Debe insistir en llamar a sus parlamentarios de la Alianza a votar a favor. Ahora, no puede comprometerse a algo imposible, que es satisfacer en su gobierno las demandas económicas de los profesores.
Tras el rechazo en la Cámara, Evelyn Matthei cuestionó el liderazgo de Piñera, ¿comparte esa crítica?
El momento de tomar las definiciones es ahora, no antes. La semana pasada se dio un legítimo debate entre los parlamentarios. Evelyn Matthei prefería que la definición se hiciera en el primer trámite y ahí, efectivamente, no vi a Piñera jugándose un liderazgo.
A su juicio, ¿el candidato debió intervenir en ese momento?
No, porque no era su proyecto. La Presidenta Bachelet tenía que jugar su liderazgo desde el primer día y Piñera tenía que considerar las posiciones individuales de sus parlamentarios. Era un debate legítimo en la Cámara. Ahora sí debe intervenir, porque este es el momento de facilitar la aprobación.
¿Cuál será la postura de la Alianza?
Hay que dejar los cálculos políticos de lado. No se trata de tirar salvavidas, ni tampoco -como dice la Concertación- causar un daño político. Acá no ha habido cálculo de parte de la Alianza, sino que había convicciones de parlamentarios que llevan años sosteniendo la posición de que hay que reivindicar a los profesores. Si hay pasadas de cuenta, esas son de los diputados de la Concertación al ministro de Hacienda.
¿A ello atribuye el que la Concertación tampoco se haya alineado para aprobar el presupuesto?
Lo que pasa es que la popularidad no es sinónimo de liderazgo. Ni la Presidenta ni el ministro Velasco, dos figuras altamente populares, consiguieron alinear a los diputados. La otra señal que se dio en este debate, es que la popularidad tampoco es transferible, de otro modo, ningún diputado de la Concertación que va a la reelección habría votado en contra de un proyecto de la Presidenta.